Capítulo 48

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Daniel

— Hombre me pones de nervios. — Charles dice mientras esta acostado en mi sillón.

— Ya que desayunemos se va a calmar. — Sebastian dice al mismo tiempo que pone algo en un sartén.

— Estoy aquí.

— Yo también me preocuparía si la fuera a ver para pelear legalmente algo...— Adrian revisa algo en su celular. — Su papá es todo un tigre mafioso en los negocios. — Bloquea su celular y nos ve a todos. — De tal palo tal astilla. — Se encoge de hombros.

— Gracias Williams muy alentador. — Sebastian levanta una espátula mientras pone los ojos en blanco.

— No le quitemos crédito a nuestro chico, también sabe lo que hace. — Charle se sienta y nos observa a todos. — Aunque te pones todo tonto estando frente de ella. Tengo fe en que no vas a babear.

— O llorar porque no te hace caso.

— Sigue usando el anillo que le dio.

Siguen con sus datos mientras yo los observo en silencio. Acabo de regresar de correr. Estoy hambriento y sudado y estos idiotas siguen aquí.

— ¿Por qué siguen aquí? — Los observo con curiosidad.

— Porque después de hacer una pijamada todos desayunan juntos. — Sebastian me ve como si fuera lo mas obvio.

— Ah sí, me olvide de las reglas completamente. — Pongo los ojos en blanco y me siento en mi comedor.

Me quito la camiseta sudada y saco mi celular. Pongo los audífonos en su caja para cargar. Veo que tengo mensajes de mi hermana. Cuando estoy contestando aparece una videollamada. Le contesto y por la cara que tiene no esta muy feliz.

— Espero arregles todo esto y regreses con Stella. — Suelta.

¿Cómo?

Hable con ella, no me dijo los detalles pero se que terminaron y tienen un conflicto. Arréglalo. — Esta muy molesta.

— No me digas que hacer con mi relación.

— Ex relación. — Corrige. — soy tu hermana mayor y puedo darte consejos. — Sebastian se acerca a la cámara.

— Hola Adalia.

— Hola niño. Haz que tu amigo reaccione.

— Estamos dandole todo el apoyo posible. — Mis otros dos amigos se asoman y se saludan.

— Bueno niños, ayúdenlo, que no le quedan bien esas ojeras. — Ahora me observa con tristeza. — Te quiero hermanito pero si tú estas tan mal y ella no se ve tan destrozada queda claro que el que hizo algo malo fuiste tu.

— ¿Cómo sabes que no se ve tan mal?

— Sigo a sus amigas en insta y veo historias. — Deja el celular apoyado en algo y comienza a preparar un café. — Nos conocimos en una escapada que di a la ciudad y ya.

— Estuviste aquí sin avisarme.

— Me las encontré, no fue que le avisara a alguien más. — Se encoge de hombros. — En fin, ojalá todo se resuelva.

— ¿Me hablaste hoy porque sabias de que nos veríamos hoy?

— Nah, me desperté muy temprano y quería enfadar desde antes. — Dustin llega y la abraza por los hombros.

— Hola hermano.

— Hola Dustin. — Le saludo de regreso el salud y veo cómo me regresa la sonrisa antes de susurrarle algo en el oido a Adalia y ella comience a reírse.

INEFABLE©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora