Capítulo 11

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Stella

El que Asher Rossi, mi no novio, estuviera de visita aquí fue una gran sorpresa. El que lo extrañara no lo fue. Se podría decir que somos muy buenos amigos. Antes de que algo sexual pasara entre nosotros siempre fuimos muy amigos. Y cuando explotamos nuestra química solo nos divertíamos. Ninguno quería compromisos a largo plazo ni corto. Las etiquetas sobraban. Solo éramos nosotros dos disfrutando.

Pasamos lo que restaba de la semana recorriendo un poco de la ciudad, presente en persona a Mae y Asher. Se conocían gracias a las videollamadas que hacíamos se llegaron a ver.

Tenia la pequeña esperanza que ellos llegaran a sentir un interés más profundo en el otro pero no paso. Asher menciono que hay por ahí una mujer que esta comenzando a llamarle la atención, cuando me contó sobre ella pude notar que estaba feliz. Y yo me alegre por el, se merece toda la felicidad. Es de las mejores personas que conozco.

Daniel y yo estuvimos hablando unas pocas veces. El miércoles sentí como si me estuviera regañando solo por no avisarle que estaba bien.

Obviamente no me disculpe.

Hoy domingo Asher tenia que ir a california y de ahí regresar a Italia. Nos despedimos y me dijo que no fuera una niña tonta y no lo olvidara.

Tan lindo.

Mae viene hablando en altavoz mientras maneja, no presto mucha atención a lo que dice por estar pensando en que debe ser lo siguiente que haga para quedarme con el edificio.

Vamos camino al club para encontrarnos con Daniel y su amigo. Pareciera una cita doble. Pero no lo es.

Llegamos con 10 minutos de anticipación. Me relajo porque she gusta ser puntual. Mae sigue hablando por teléfono con lo que parece ser un compañero de su trabajo porque bromean sobre su jefe.

Le digo que voy a ir apartando la cancha, la reserva de mesa se encargo Daniel de hacerla. Mae solo asiente escuchando a su compañero y sonriendo. Entrecierro mis ojos haciendo una nota mental de preguntarle después.

Mientras llego a la recepción para apartar las canchas de deportes puedo observar un cabello rubio maltratado. Y luego la cara de odio que me lanza ella.

¿Stacy? ¿Susan? Ni idea, no me tome la molestia de recordar su nombre. Probablemente no encaja con la imagen de jefa amable, pero lo bueno es que yo solo lo soy con algunas personas. Y ella no entra en esa lista.

Le sonrío y me apoyo en el mostrador de la recepción. Mientras espero a que él encargando regrese. Ignoro completamente cómo ella cruza sus brazos tratando de demostrar algo.

Es tan patética.

Pongo los ojos los ojos en blanco y luego sonrío para mí misma. Me da pena y risa. Su odio cada día en la empresa empeora. Y yo cada vez mas voy ganándome el respeto de los demás. Incluso de sus amigas. Aunque no confío en que sean sinceras.

Llega el hombre detrás del mostrador y firmo para apartar la cancha, me entrega una llave para poder abrir la puerta y dice que él se encarga de llevar las raquetas y pelotas.

Excelente servicio.

Me sonríe mientras se centra en otra cosas tras el mostrador, yo murmuro un gracias y le regreso la sonrisa. En el momento que me estoy enderezando siento una mano posarse en mi cintura.

Cuando estoy apunto de voltearme para dar una buena bofetada a alguien que me toco sin mi permiso noto que es Daniel. Me relajo y le sonrío de vuelta mientras murmuro un hola.

INEFABLE©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora