Capítulo 30

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Daniel

Cuando llegamos a casa de mis papás sinceramente esperaba un evento mas pequeño, todavía no empieza pero ya están arreglando el mobiliario y parece ser algo mas formal de lo que creía.

Personas entran y salen de la casa, una mujer con un auricular en su oido derecho esta enojada muy cerca de nosotros gritando.

— Vaya. — Es lo único que dice Stella y estoy de acuerdo. Veo como mi papá sale de la casa y se acerca a nosotros. Me abraza y luego a Stella.

— Que bien que ya llegaron chicos, pero tengo que pedirles que se vayan hasta que sea hora.

— Pero... — Comienzo a decir y soy interrumpido.

— Ordenes de tu madre, que llegue alguien antes de tiempo implica desorden. — Se gira hacia Stella. — Es su cumpleaños, ella manda.

— Entendible. — Dice con una sonrisita.

— Bueno de todas formas vamos a ir a casa del papá de Stella.

— Perfecto, entonces me voy. Tengo que ver que tu mamá no mate a alguien por el desorden.

Stella se ríe y luego voltea a mí.

— Podemos arreglarnos con alguno de mis papás, así no llegamos a incomodar.

— Bien.

Regresamos a la camioneta y Stella va por delante de mi, sobre su hombro me mira con pura diversión.

— ¿Es algo que se hereda hacer todo por la mujer que quieren o solo es un don de tu papá? — Pregunta y se recarga sobre la puerta del copiloto.

— En la familia Conte se hace lo que sea por la mujer que se ama. — La acorraló entre la camioneta y mi cuerpo. No pierdo el contacto visual en ningún momento.

— Ah, o sea se dejan dominar por la mujer que aman. — Dice y suelta una risita. Es tan infantil cuando quiere.

— Llamalo como quieras. — Sube su mano desde mi abdomen hasta mi corazón. Su vista sigue el camino que su mano hace y finalmente deja un pequeño beso en mi barbilla.

— Vamos a casa de mi papá, podemos arreglarnos en casa de mi mamá y ya venirnos a la fiesta.

— Me prepare toda mi vida para esta platica con mi suegro.

— Miedoso. — Golpea ligeramente mi pecho, doy un paso hacia atrás y le abro la puerta.

Cuando estamos saliendo de la urbanización de mis papás Stella prende su teléfono. Escucho como le empiezan a llegar muchos mensajes con diferentes todos pero los ignora todos mientras se mira el espejo.

— Señorita popularidad. — Le digo y luego rio un poco. Una espinita de duda se incrementa en mi.

— Deben de ser de alguna historia o foto que subí contigo. — Responde tranquilamente. — Últimamente, bueno desde que empezamos a salir oficialmente me llegan muchas solicitudes de seguimiento. La pagina que se encarga de los chismes sigue tratando de hablar conmigo.

— Pueden llegar a ser muy enfadados. Sebastian y yo siempre éramos su tema principal los fines de semana. Trataban de generar una mala imagen de nosotros cada que podían.

— ¿Y lo lograron? — Pregunta mientras escribe un mensaje.

— No, siempre fuimos muy cuidadosos y al final los rumores morían porque se enfocaban en otros.

— Ya veo, que bueno que no los relacionaban con sus conquistas. — Desearía un poco de celos en su tono de voz.

— En los primeros días que llegue a la ciudad nadie sabia quien era y estaba todo tranquilo pero de alguna forma se enteraron. — Se queda pensativa y yo frunzo el ceño. — Seguramente alguien de la empresa aviso. No se quién pero tengo mis sospecha.

INEFABLE©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora