Capítulo 25

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Stella

Mae no deja de preguntar y yo ya comienzo a desesperarme.

— Ya te dije que no. — Contesto mientras acomodo ropa en mi closet.

— Solo haz la medida con tu manos y yo adivino los centímetros. — Mientras esta acostada en mi cama sobre mucha ropa hace la seña de como quiere que le diga.

— No te voy a decir cuantos centímetros le mide a mi novio. — Me lanza una almohada y por estar de espaldas recibo el golpe. Me giro y le saco el dedo del medio. — Supéralo y quédate con la duda.

— Yo si te los diría. — Le lanzo de regreso y da contra su cara porque al parecer sus reflejos están lentos hoy.

— Bueno entonces dime qué tan bien folla Esteban. — Me cruzo de brazos y la veo desafiante. — ¿Te comió la lengua Salem?.

— Es tema prohibido, acordamos no decírselo a nadie. — Suspira y continua. — No esta bien visto que los compañeros detrajo se enrollen. Y tú muy bien lo sabes.

— Yo no... — Comienzo a hablar pero me interrumpe.

— Timmy sexy abogado. — Abro mi boca indignada. — Atrévete a negarlo.

— No lo voy a negar, pero te equivocas en dos cosas. — Levanto dos dedos para dejarlo claro. — No éramos compañeros de trabajo. Eramos compañeros en la universidad. — Bajo un dedo. — Y jamas llegamos a follar, solo fue un poco de manoseo en un baño. — Bajo mi otro dedo y hago puño mi mano. Le vuelvo a sacar el dedo del medio mientras comienzo a reír.

— Me dejaste creer algo que no era. — Su celular comienza a sonar. — Ya vengo. — Sale al balcón de mi cuarto y yo voy a la cocina por un vaso con agua.

Mi celular comienza a vibrar y veo que es Timmy.

Hablando del rey de roma.

— Hola linda. — Me saluda pero no se escucha tan alegre como siempre. — ¿Tienes unos minutos?

— Claro, ¿Qué pasa?— Tomo un sorbo de agua mientras el dice rápido.

— Tengounapistadequienes. — Casi me ahogo con el agua que estaba tomando. Toso un poco y me tranquilizo.

— Habla hombre. — Esas son buenas noticias.

— No sé mucho, realmente pero se que tiene una letra C. — Llevo una mano a mi nuca y suspiro.

— Pero eso no ayuda mucho, podría ser un nombre, apellido o seudónimo.

— Bueno pero eso podría ayudar. El juego de las flores fue posible gracias a que tengo contacto con el pesado de su abogado. — Sonrío por mi ocurrencia. Y es que es cierto, gracias a que ellos fueron los que se las enviaron, bueno técnicamente solo fueron palomas mensajeras. — Sabes que si por mi fuera ya tendrías toda la información que quieres.

— Y lo agradezco, pero necesito arreglar ya ese problema. En la joyería creen que hice un fraude. — Pongo los ojos en blanco. — Como si fuera a joderme yo sola.

— Y de verdad lo siento linda, estoy haciendo todo lo posible. Esta semana voy a reunirme con el abogado y tratar de llegar a un acuerdo para que ustedes puedan contactarse.

— No entiendo porque tanto misterio de quien es. De mi parte es comprensible, muchos afuera harían lo que fuera por provocarme algún tipo de daño. — Gracias a las competencias y envidia. — Supongo que el también es alguien importante, seguramente debe ser un anciano con dinero que solo quiere joder.

— Lo solucionare, tu tranquilízate. Cambiando de tema, ¿Vas a ir al babyshower de Flor? — Un escalofrío pasa por mi ser.

— Sí claro que voy. Y supongo que tu igual. — Me gusta mucho que esos dos estén acercándose.

INEFABLE©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora