Capítulo 52

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Stella

Nueva semana, nuevas metas, nuevas desilusiones, nuevo todo. El fin de semana fue un borrón. Nada interesante, nada nuevo.

Mientras observo por la ventana mi alarma suena. Revisando veo que es la hora libre de mi mamá y la llamo.

—Hola mami. — Le digo en cuento descuelga. Se escucha mucho ruido de fondo y después nada.

— Mi vida, es bueno saber de ti. — Aquí viene el drama. — Yo no soy Daniel como para que me estés ignorando.

Llevo una mano a mi frente y me apoyó en ella. No debí contarle. Bueno tal vez si.

— No te estoy ignorando, ni a el. — Solo contesta con un "aja" que suena a que claramente no me cree. — De hecho estoy pensando ir unos días, una semana en tu casa y otra en la de mi papá.

— No huyas de tus problemas.

—No lo hago, solo que mis padres viven lejos y de vez en cuando es bueno ir a verlos.

— Tal vez puedas trabajar aquí. Tu papá quiere construir no se que cosa nueva, yo estoy en el restaurante pero siempre puedes ayudar.

—Sobre eso... — Buscó unos papeles por mi escritorio y ya que los veo sonrío como niña pequeña con un dulce. — Todo ya está regularizado para la degustación de alcohol que quieres hacer.

— Ay mi pequeña abogadita, no se que haría sin ti. — Siempre me ha dicho así, y si fuera de llorar más fácil seguramente me saldría una lagrimita. Aunque si se me humedecen un poquito los ojos.

— Pedírselo a Timmy.

—Thom anda tan envuelto en eso de ser papá primerizo que dudo que se acuerde de algo que no sea su nuevo bebé.

— Es muy adorable. Ojalá vengas pronto.

—Seguramente así será. ¿Cuándo vienes?

— En unos días, necesito dejar algunas cosas preparadas para los días que no voy a estar. — Hago una mueca pensando que no es tan buena idea tomarme unos días libre. —Esto es algo que me recomendó mi psicóloga.

Desconectar para conectar.

—Aquí tienes tu casa cuando quieras.

—Gracias, te aviso cuando salga a carretera. Los documentos están en tu correo. Igual cuando vaya los llevare.

—Nos vemos chiquita. Ta amo.

— Yo más mamá.

Cuando cuelgo siento un ligero nudo en la garganta. Odio estar emocional. Benditas hormonas. Porque el periodo no puede ser algo de un día que solo diga "hola no estás embarazada y trabajo bien, me voy".

Ni siquiera puedo concentrarme del todo. Que débil me pone estar así. No puedo ser una boss babe. Incluso ya puse más tweets de que normalmente pongo. Y que Daniel me responda la mayoría me divierte. Literalmente parece que somos muy buenos amigos. Cuando la realidad es que quiero quitarle un edificio y que me rompió el corazón.

Creo que ya estamos mejor que a como estuvimos en la junta con lo abogados, pero igual. Me entretengo con algunas cosas en mi computadora cuando escucho que tocan la puerta de mi oficina. Las cortinas están abajo entonces no puedo ver quién es. Flor no está aquí entonces tampoco puedo fingir que estoy ocupada y que ella corra a la persona tras la puerta.

Soltando un suspiro digo que pase. La imponente figura masculina que entra me hace querer dar otro suspiro.

¿Cada vez se pone más guapo? Lo odio. Es tan hermoso.

INEFABLE©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora