Capítulo 36

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Daniel

Termina la semana y siento que al fin puedo respirar. Una semana complicada que solo me hizo darme cuenta que necesito unas vacaciones alejado de todos. Bueno, casi todos.

En la semana hable un poco con Stella y quedamos en vernos en mi departamento. En esta ocasión me toca cocinar a mí. Regrese del supermercado y mientras comienzo a acomodar todo para empezar la preparación recibo un mensaje escrito con abreviaciones diciéndome que necesita cancelar. Cuando le marco me manda a buzón. Una parte de mí comienza a inquietarse con que algo haya salido mal, me dijo que estaba teniendo problemas con la empresa.

Cuando recibo su llamada ni siquiera dejo que suene mas de una vez para contestarle.

— Lo siento Dan, por cancelarte de ultima hora.— Su voz se escucha temblorosa y hay mucho ruido de fondo. — Salem empezó a comportarse raro y estuvo vomitando.

— ¿En qué veterinaria están? — Pregunto mientras me pongo mis tenis. Me puse ropa más cómoda para ir a las compras y por suerte logro ponerlos bien mientras camino al ascensor. Me regreso para tomar algo que posiblemente nadie entienda, pero sé que ella sí.

— No es necesario que vengas, ya lo están revisando. — Toma aire y tarda unos segundos en responder. — Cuando me digan que se va a poner bien te aviso.

— Mándame tu ubicación. — No digo mas y cuando creo que me va a contradecir como siempre, con una voz temblorosa se despide y en eso recibo un mensaje con la ubicación.

Manejo como loco hasta el lugar que por suerte no esta tan lejos. Cuando entro a la clínica veterinaria puedo notar que Stella no se limita con la salud de su gato, el lugar parece un hospital tan limpio que confiaría que me operaran aquí.

En la recepción me indican donde puedo encontrar el area de gatos, en el area de espera de los consultorios veo a mi novia sentada con las piernas cruzadas. Trae una falda negra que entre más me acerco me doy cuenta que es una de las que le dije que me encantaba como se le veía y una blusa de tirantes blanca, con unos tenis blancos.

Su cabeza esta apoyada en su puño inclinada hacia el reposabrazos de la silla. La vista hacia el frente. Parece perdida en sus pensamientos al nivel que no se da cuenta que llegue hasta que me siento a su lado.

— Hola. — Me observa y sonríe un poco.

— Hola. — Una mujer con el uniforme de color morado pasa corriendo al frente de nosotros y cuando se pasa de largo Stella suelta un suspiro. — De verdad no tenias que venir. No es un buen lugar para una cita. — Intenta bromear.

— Cualquier lugar es bueno si estas con la persona correcta. — Le digo mientras pongo mi mano sobre su pierna y doy un pequeño apretón. Pone la suya sobre la mía y repite la acción.

Pasa un rato mientras trato de distraerla preguntándole sobre todo. Llevamos unos minutos en silencio, la tengo apoyada de costado sobre mi pecho mientras mis brazos la rodean. Por suerte los reposabrazos se pueden levantar y eso la permitió acomodarse mejor.

Un doctor joven sale de uno de los consultorios y Stella que tenia su vista en dirección a  las puertas frente a nosotros se levanta rápidamente mientras el veterinario se acerca. Yo también me acerco y puedo notar que él se ve agradable y no muestra señales de segundas intenciones. Pero aun así mi yo mas salvaje comienza a ponerse celoso porque toda su atención esta sobre él.

— Señorita Myers, el pequeño Salem se encuentra ya en mejor estado. — Stella suelta un suspiro. — Parece que el pequeño comió  algo que no debía, los análisis todavía no están listos pero me gustaría saber si estuvo al tanto.

INEFABLE©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora