Capítulo 47

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Stella

Creo que una de las mejores sensaciones que una tiene es cuando siente su cuerpo libre. Cuando haces las cosas que te gustan que tu cuerpo se siente tan cómodo. Por ejemplo hoy es Lunes, son las siete de la mañana y yo ya estoy corriendo por Central Park. ¿Por qué?

Bueno me gusta correr al aire libre. Me gusta ver cómo el sol sale. Solo así me gusta madrugar. Porque es algo que me gusta. Y estoy algo nerviosa. Hoy tenemos que vernos otra vez Daniel y yo. Con abogados de por medio. Una risa irónica sale de mi. Cuando llegue a pensar en que nuestros abogados estuvieran presentes era para papeles totalmente diferentes.

Me detengo una vez mi reloj marca que ya corrí mi meta diaria. Alzó las cejas al darme cuenta que no lo sentí. Tal vez odiar a alguien si sirve para algo. Las calorías también ya cerraron el círculo. Vaya, unos sube un poco de peso después de romper, otros se ponen mamadisimos. Cada quien enfrenta las situaciones de manera diferente y mientras no ponga en riesgo su salud está bien. Yo simplemente me estoy gastando un poco más mis rodillas porque sigo estando igual. Con ese pensamientos flexiono un poco mi rodilla derecha, esto siendo casi inconsciente. Cuando me la lastime hace unos años no pensaba poder volver a correr.

Cierro los ojos unos segundos para disponerme a correr de regreso a mi casa, cuando los abro veo un hombre que conozco perfectamente. Y que vuelvo a odiar.

Daniel, por supuesto que iba a correr por aquí. Tantos malditos metros y tenemos que coincidir. Alzo la vista hacia el cielo y niego con una sonrisa incrédula.

No me ha visto entonces opto por hacer lo más sensato. Correr en dirección contraria. Esta ruta normalmente no la hago entonces no sé hacia donde estoy corriendo. Creo que reconozco esta parte gracias a Gossip Girl.

Giro un poco para ver si ya no estamos cerca pero esa no es la mejor idea ya que me caigo. Siento como se me dobla mi tobillo y mi dedo anular de la mano izquierda.

Por queeee a mi.

Y justo hoy.

Pongo los ojos en blanco mientras me quedo sentada. Mi celular salió volando y cuando trato de pararme se me vuelve a doblar el tobillo, demostrando que no puedo ni con mi mismo peso.

Carajo.

Respiraciones profundas. Cálmate Stella. No se ve ningún hueso de fuera entonces creo que esos bueno.

Mi rodillas también están raspadas. Me lleva.

Logro alcanzar mi celular. Me paro con un poco de dificultad y me siento en una de las bancas.

Piensa.

Mando un mensaje al grupo con mis amigas.

Stella: Por favor díganme que alguna ya esta despierta.

Mae: Estoy apunto de entrar a un reportaje, quería dormir.

Creo que la carita enojada que mando demuestra que la despertaron.

Alexia: Siendo una mujer responsable me levante a desayunar antes de irme a trabajar. El día está radiante.

Stella: Mmm sí solecitos el día esta espectacular.

Intento mover mi dedo pero me duele, al igual que mi tobillo.

Stella: El mejor jodido día de mi vida.

Alexia: Verdad que sí, ya incluso estoy pensando en ir a una clase de pilates.

Me entra una llamada de Alexia.

INEFABLE©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora