Stella
Amo los besos de Daniel. Creo que me puedo estar convirtiendo en adicta a estar besándonos. Mientras su mano sujeta mis muñecas y la otra deja caricias por toda mi piel no puedo evitar soltar varios suspiros. Llevaba días soñando con esto y por fin se va a cumplir.
No puedo pensar en otra cosa cuando su mano se acerca al borde de mi ropa interior y la jalonea un poco pero no la quita. Comienza a recorrer mi abdomen de forma horizontal tan suave que relaja demasiado. Cuando se detiene abro los ojos y lo veo admirándome.
Me gusta cuando me ve como si fuera lo mejor del mundo.
Se levanta completamente y yo solo me quedo quieta en mi lugar. Se acerca y cierra la puerta de mi cuarto. Lo miro confundida.
— No queremos traumar al bebé de la casa. — Dice y se sienta en la orilla de mi cama.
— Salem posiblemente este admirando la maravillosa vista a esta hora. Le encanta ver las luces de la ciudad como para preocuparse por mi. — Le contesto y me paro. Voy hasta mi vestidor y acomodo mis tacones en su lugar. Me quito las joyas y lo único que queda son los aretes de mis perforaciones pero esos no suelo quitarlos. Regreso y Daniel sigue sentado con su corbata entre sus manos. Alzo mis cejas y me gusta el rumbo que esta tomando esta situación.
— Voy a dejar que tú tengas en honor de quitarme el vestido. — Comienzo a acercarme más para volver a acostarme pero cuando paso por enfrente de él me agarra por la cintura y hace que me siente sobre él. Me giro y quedo de medio lado para verlo. Tiene esa sonrisa que me vuelve loca.
— Manos al frente. — Dice y solo me sujeta son una mano por la cintura mientras la otra sujeta su corbata. Siendo demasiado obediente por primera vez en demasiado tiempo pongo mis manos juntas al frente de mi cuerpo. Me suelta y se entretiene sujetando ambas manos con su corbata sin llegar a lastimarme.
— Podías preguntar si tenias esposas. — Le digo mientras revisa que todo este en orden.
— No hace falta, con esto es suficiente. — Vuelve su vista a mí y me roba un beso rápido. En un movimiento rápido hace que quede con mi abdomen sobre sus piernas. Mis manos agarradas hacen que no pueda ni siquiera controlar si me voy a caer o no. — Tranquila, no te dejaría caer. — Es bueno sabiendo lo que imagino.
— Confió en ti. — Y antes de que pueda decirle algo mas una palmada llega a mi trasero. Me hace dar un brinco pero a la vez sonrió. No es algo que provoque dolor. Solamente se siente placentero. Mi vestido ya esta subido hasta mi cintura y mi ropa interior es lo único que puede ver.
— El encaje rosa es algo que jamas imagine verte puesto. — Dice mientras juega a estirarlo y soltarlo. El choque que hace con mi piel cuando lo suelta me excita en niveles desconocido para mí. No sabia que fuera así. — Te queda increíble.— Sigue con su jueguito de palmada y estirar.
— Todo me queda bien.— Contesto a como puedo porque me encuentro en una nube de placer que es desconocida para mi. Estoy segura que el bulto que se siente bajo mi abdomen puede confirmar que Daniel también lo esta.
Su mano se mueve un poco hacia mi entrada y suelto un gemido porque estoy demasiado sensible. Parece que le gusta lo que encuentra porque repite el movimiento por encima de mi ropa interior. Parece que dice algo pero no le pongo atención. Estoy muy concentrada en sus movimientos.
— Bueno no pensé que diría estoy pero vuelve a provocarme para darte otro castigo. — Dice y deja un beso en mi nuca y luego me ayuda a sentarme en la cama.
— No será difícil no te preocupes. — Me desata y besa mis muñecas aunque en realidad no se lastimaron nada. Su camisa abierta y el bulto que se ve en sus pantalones me regalan una excelente vista. Me acerco y dejo un beso en su pecho, la forma de mis labios queda ligeramente marcado por el resto de labial que quedo después del ataque de besos de hace unos minutos. Una idea viene a mi mente.
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INEFABLE©
RomanceStella Myers continuando con la joyería de su madre, creando piezas únicas e inigualables, siendo una mujer ambiciosa decide comprar un nuevo edificio con la ubicación perfecta para hacer crecer mas las ventas, entrando en un conflicto con un hombre...