Cap 36: Percances morales.

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El hombre camina en dirección a la puerta principal mientras lo sigo desde atrás con cautela. Lo observo desde la cocina asombrarse al abrir la misma, y en cuanto le permite a cierta persona entrar, me siento apenada por mis pensamientos infantiles.

―¡Dios mío Brittany! ¿Cómo estás? ―la señora Campbell se acerca preocupada. Me envuelve en un abrazo que respondo unos segundos después.

―Estoy bien señora Campbell ―la saludo separándome. La mujer me mira con reproche y no pierde el tiempo para corregirme.

―Cariño creí que ya lo habíamos solucionado, dime Eva ―acaricia mis brazos― Blake me comunicó que estabas enferma y..., ―de pronto frena su comentario una vez que su mirada repasa sobre mi cuerpo.

¡Joder! Llevo la ropa de Blake.

―¿Qué...? ―sus ojos observan a su hijo asombrada.

―Lo lamento..., es mi culpa ―hablo provocando que su atención vuelva hacia mí― Tomé la ropa de Blake de su habitación sin su consentimiento...esto...

―¿Dormiste en su habitación? ―interroga ansiosa, mientras mis nervios acrecen.

―La dejé en mi habitación anoche cuando llegó, allí iba a estar más cómoda y eso sirvió para vigilar su estado enfermo ―el hombre se acerca observándome y con las manos en sus bolsillos― Tranquila madre.

―Lo lamento cariño, es que al verte así... ―la mujer abre su boca apenada formulando una disculpa.

―No se preocupe, no es lo que piensa ―digo esta vez mirando de reojo al hombre de ojos verdes.

―Es que mi hijo no está acostumbrado a vivir con mujeres..., bueno con chicas, más bien ―se corrige provocándome cierta incomodidad― Pero dime ¿Qué tal cuido de ti mi niño?

De pronto los nervios se evaporan y tras esto llega un tanto la diversión al escuchar la palabra niño en dicha oración― Estoy mejor gracias a su hijo, estuvo cuidándome todo el rato.

No puedo evitar sonreír y suspirar al verlo. Acción que sorprende Blake, quien para mi asombro se muestra apenado, de hecho puedo percibir cierto rubor sobre sus mejillas

¡Esto sí que es noticia! El señor Blake Campbell, alias « Dios de la seducción » se ha sonroja.

―Eso es lo que temo ―murmura su madre llevándome al sillón seguida de Blake― Dime ¿Tienes nauseas, o dolor estomacal? ―una vez sentadas toma mis mejillas preocupada.

―No..., de verdad estoy bien ―respondo intentando no carcajear.

―No lo has hecho tan mal como pensé ―Ava le menciona a Blake provocando que ría al escucharla, mientras el seductor no hace más que rodar sus ojos.

―Te lo dije ―bufa, antes de dirigirse a mi― Brittany debe ir a descansar, será mejor que subas a tu habitación...

―En serio estoy bien ―lo interrumpo― Mi cuerpo se siente un tanto cansado, pero no es nada de lo que haya que preocuparse...

―Con más razón deberías ir a descansar, por favor ve ―culmina con tono firme, sin rastro de coqueteo, o diversión, simplemente ha vuelto a ser el mismo mal humorado de siempre.

¡Joder! Odio que nada dure para siempre.

―Está bien..., ―me levanto resignada seguida de su madre― Fue un gusto verla de nuevo Ava, espero que pronto pueda enseñarme a bordar ―le recuerdo.

―Por supuesto, cuando pueda sacar tiempo vendré ―asegura― Incluso podría visitarte en el internado ¿Eso sería un problema?

―¡Claro que no! Eso sería genial, gracias ―doy un último vistazo a Blake que se remueve como si le molestara algo, suspiro un poco y subo hasta mi habitación.

Storms (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora