Mantengo mis piernas juntas mientras intento procesar mi situación. Alice permanece a mi lado hablando, pero no soy capaz de entender una sola palabra, y es que estar en este salón me trae demasiados recuerdos, eso sin mencionar que esperar a que llegue Blake no es algo que me alegre sobre manera.
Esta mañana literalmente la parlanchina tuvo que sacarme de mi cama porque estaba rehusada a venir ¿y cómo no estarlo? Hace dos días que no lo veo, lo suficiente como para procesar el hecho de que nos veríamos hoy, al menos eso fue lo que me repetí anoche frente al espejo mientras intentaba ser valiente. Hubiera preferido que me mandaran otro día de reposo si con eso corría con la suerte de no verlo, pero no fue así, al contrario, sigo sobre mi trasero, oculta entre los últimos asientos del salón.
―Querías saber cómo fue mi cita, y no me estas prestando el mínimo de atención ―reclama la rubia dándome un leve pellizco.
―¡Joder! Eso dolió ―me quejo―. Perdón pero no tengo cabeza para otra cosa que no sea esta clase.
―¡Hah! ¡Claro! y Azenet es rubia de nacimiento ―exclama en tono burlón―. Has estado extraña desde esta mañana y no creo que tenga que ver con la clase, a menos, que tengas nervios por el partido de mañana, lo que es toda una sorpresa. Christian estará aquí ¿Es por eso que estas así?
―No, con Chris las cosas están bien, bueno eso supongo ―contesto sin estar segura.
Me sorprende que la chica no me crea, esta vez estoy diciendo la verdad, aunque ella desconozca esa parte de la historia y la verdadera razón de mi preocupación.
―¿Y con Evan? ¿Todo bien? ―vuelve a preguntar la rubia, intento responderle, pero el sonido de la puerta me lo impide, y es cuando tomo todo el aire que soy capaz.
El hombre de cabello castaño claro y labios suaves se adentra al aula sin problema y sin hacer el mayor ruido posible. Deja su portafolio sobre el escritorio, y cuando sus ojos repasan sobre el estudiantado mis manos comienzan a temblar.
―Buenos días jóvenes ―comunica.
Como siempre luce completamente atractivo enfundado en un traje a la medida en color negro. Se mueve con elegancia, camina hasta la silla desprendiéndose del saco mostrando lo ajustado de la camisa de botones blanca que se ciñe a su cuerpo, a ese jodido cuerpo que tuve la bendición de recorrer con mis propias manos.
―El día de hoy haremos una actividad un tanto diferente. Quiero que formen parejas, harán un ensayo sobre la monarquía inglesa, si mal no recuerdo hace dos semanas les asigné un trabajo de ese tema, apóyense con eso para hacer un análisis completo ―explica―. Tendrán la próxima hora y media para terminarlo, comiencen.
¡Joder! ¿Monarquía inglesa? ¿Cómo olvidarlo? Hace días mandé la mierda su explicación cuando estábamos en su departamento, pero claro, la idea de follar parecía mucho más divertida.
Rápidamente aparto mis ojos de él, me acerco a Alice y me siento a su lado con la finalidad de comenzar a trabajar. La parlanchina se encarga de dictar cada párrafo de ambas tareas mientras me tomo la molestia de escribir. Sin embargo, durante los minutos transcurridos no puedo evitar sentir la oleada de electricidad que me recorre, y no hace falta que alce la mirada para darme cuenta de los ojos que me observan. Puedo percibir su energía envolvente. Juraría que sus piernas pican por acercarse y que su lengua arde por decir algo que pueda escuchar. No estoy segura de porque tomó la decisión de mandarnos a realizar un ensayo sobre algo que ya habíamos investigado, pero algo dentro de mi grita que su única intención con eso, era hacerme recordar nuestro pasional encuentro.
―¿Segura que quieres seguir escribiendo? ―de pronto escucho los chillidos de la rubia. La observo y titubeo al hablar, por lo que guardo silencio en tanto escucho sus siguientes palabras―. Llevas no más de dos minutos con la cabeza pegada de la hoja sin escribir lo que estoy diciéndote.
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Storms (+18)
Romance¿Cómo te preparas para el dolor? ¿Cómo soportas esa extraña sensación de pérdida? Luego de la muerte de su madre, la vida de Brittany Braun tomó un camino lleno de tristeza y de dolor. Para ella fue más fácil rebelarse contra el mundo y su familia...