¿En serio es él? No puedo creer que esté aquí. Intento moderar mi respiración que se agita con prisa, aún sigo muy asustada―nunca me había pasado algo así―muerdo mi labio inferior tratando de calmar el temblor, y tratando con todas mis fuerzas de no romper en llanto otra vez―mi mente sigue divagando por los acontecimientos, acontecimientos que tardaré en desaparecer. Una vez que cierro los ojos, la imagen del hombre que me tomaba en brazos vuelve a manifestarse, mientras un nuevo sollozo escapa de mis labios―La sensación del olor a alcohol que se cala por mi nariz es imperturbable y mis nauseas incrementan cada vez más.
Me cuesta orientarme una vez que sus manos me toman de los hombros, y me ayudan a ponerme de pie sin apartar su vista.
―¿Estás bien?
Niego con la cabeza conteniendo el llanto que amenaza con salir. Mis labios se aprietan sintiendo el nudo en mi garganta, y la agonía en mi pecho aumenta conforme cierro los ojos y los acontecimientos vuelven a mostrarse. El aire comienza a faltarme y no me permite decir palabra alguna. Intento por todos los medios calmar la constante presión que se clava en mi corazón como navaja suiza, pero es inútil. Sin darme cuenta estoy llorando otra vez, mis lágrimas caen como cascadas obstaculizando una mejor vista.
Han sido muchas problemas como para poder digerir; el escape, las carreras y ahora la persecución de esos tipos, sin poder evitarlo me lanzo sobre Campbell, rodeando su ancha cintura con mis brazos. Hundo mi cabeza en su pecho buscando alguna sensación de tranquilidad, mientras él tarda unos segundos en responder a mi abrazo. Me reconforta rodeándome con uno de sus brazos mientras que con su otra mano acaricia mi cabello.
―Shhh tranquila, todo está bien.
Me aferro a él con más fuerza, olvidando la noción desagradable de hace un momento―por un instante creí que estaba perdida, si él no hubiera llegado, probablemente esos tipos hubieran abusado de mi―ese solo pensamiento envía un escalofrió a mi cuerpo que permanece oculto en su pecho. Su fragancia suave y cálida logra apaciguar el miedo que se encontraba en mi interior. Luego de unos segundos logro calmarme, y él me aparta guiándome con su mano en mi espalda, hacia un lamborghini blanco aparcado a unos pasos de nosotros.
Una vez que abre para mí la puerta del copiloto y me adentro en el vehículo, se acerca a mí con la única intención de ajustar mi cinturón. La poca distancia que nos separa logra dejarme sin aliento, y ese aroma exquisito se cuela nuevamente por mis fosas nasales.
―Ya estas a salvo ―susurra con sus labios muy cerca de los míos haciéndome sonrojar.
Nunca lo había tenido tan cerca, y esta cercanía comienza a agradarme más de lo que debería.
Se aparta cerrando la puerta mientras me tomo mi tiempo para observar alrededor. Los asientos de cuero gris son cómodos y suaves; y el contraste de ambos colores matiza el estilo fresco y selecto, perfecto para un hombre como él―el sonido de la puerta piloto cerrándose fuertemente, me distrae de mi inspección, y de inmediato percibo su semblante serio y su mandíbula apretada.
¿Estará molesto conmigo? ¿Con esos tipos?
El sonido del motor se agudiza y sin perder tiempo pone el auto en movimiento―supongo que estamos camino al internado―mi vista se mantiene fija en la ventana observando las frías calles que permanecen casi vacías, en pocos minutos nos encontramos en la carretera que hace horas recorría con Lionel. Una incomodidad palpable y volátil hostiga los rincones de mi cuerpo tembloroso y fatigado, ante aquel recuerdo―espero que pronto reciba lo que merece― decido olvidarme de Lionel y me concentro en mi salvador, y es que a pesar de estar agradecida, no puedo evitar preguntarme cómo me encontró ¿Cómo sabía que me encontraba fuera del internado? ¿Me estaría siguiendo?

ESTÁS LEYENDO
Storms (+18)
Romance¿Cómo te preparas para el dolor? ¿Cómo soportas esa extraña sensación de pérdida? Luego de la muerte de su madre, la vida de Brittany Braun tomó un camino lleno de tristeza y de dolor. Para ella fue más fácil rebelarse contra el mundo y su familia...