Cap 62: Uno al lado del otro

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Estoy embarazada, muy confundida y feliz de verlo aquí. Mi seductor, tan elegante y perfecto como siempre. Envuelto en un traje entallado negro. Su cabello casi despeinado y su sonrisa seductora traslucen en medio de tanta oscuridad. Es mío, es totalmente mío, y en nueve meses posiblemente se convierta en el padre de mi hijo.

―Por supuesto.

Respingo, vuelvo mis ojos hacia mi padre quien tiene la mirada puesta en el castaño ¿Cómo carajos llegó aquí? Intento ver alguna clase de explicación en la mirada del hombre que hace poco aseguró conocerme, pero nada, no dice nada.

Empuja mi cintura levemente dejándome en brazos de Christian.

Mi cuerpo hierve. El recuerdo de los momentos tan lindos que compartimos se empañan y se ven ahumados por sus actos recientes. El chico ni siquiera se abstiene de tocarme. Su mano envuelve mi cintura mientras que la otra toma la mía elevándola tal y como hace un momento lo hacía papá.

Otra canción, una balada me parece nos arropa. Trago fuerte tratando de mantener la razón estable.

―Estas hermosa ―comenta.

Puedo jurar que mis ojos están más abiertos que de costumbre y todo se debe a la impresión de estar aquí. Queriendo arrancarle la cabeza y al mismo tiempo dispuesta a escuchar lo que tenga que decir. Es obvio para mí que las cosas entre nosotros no funcionaran nunca, y tengo mil razones para estar segura de que es así. Lo único que hace falta es dejárselo claro, terminar las cosas por lo sano y planear que haré a partir de ahora.

No imaginé mi conversación con Christian de esta manera. Esperaba que fuera en una habitación a solas y sin sentir la rabia interna que siento ahora.

―Sé que estas enojada y tienes buenas razones para estarlo.

―¿Eso crees? ―pregunto con ironía. Parece asombrado por mi repentino veneno verbal.

―Lo de Trish...

―Olvida lo de Trish, no me importa con quien folles Christian, y antes de que digas algo quiero decirte que los vi ―aseguro. Abre sus ojos con terror―, los vi en la que según Olivia solía ser tu habitación.

Parpadea y me mira avergonzado―. Perdón, sé que eso no es suficiente, pero no puedo decirte otra cosa. No estaré aquí junto a tu familia y amigos buscando alguna estúpida excusa, porque sin importar lo que diga seguirás creyendo que soy un imbécil.

―¿Y no lo eres?

Entreabre sus labios. Ahora parece ofendido―. Brittany estas siendo injusta. Te dije de mis problemas con Trish...

―Esto no se trata sobre Trish, o tu jodida falta de control sexual.

―¿De qué hablas?

―Hablo de tu repentina confianza con mi padre ―su cuerpo se tensa. Tengo que hacer un esfuerzo mayor por no dejar en evidencia mi clara molestia, y agradezco que Harold haya sacado a bailar a Phoebe porque de ese modo toda la atención no está puesta solo en nosotros― ¿Por qué tuviste que contarle lo de mi mala alimentación?

Jadea, mira a nuestro alrededor, y tras darse cuenta de que ahora algunas parejas nos acompañan en el centro del salón, se relaja.

―¿Por eso estas tan distante?

―¿Distante? ¿Fuiste tú quien se acostó con su ex, y yo soy la distante?

―Estaba preocupado por ti. Desde que dejaste en claro que nos daríamos un tiempo sin siquiera comenzar una relación, me alarmé. No fui al internado porque sabía que no querías verme ―explica con semblante herido―. No querías comer, no querías salir, ya ni siquiera conversabas con los chicos. Incluso en nuestra última cita, antes de tomarnos un tiempo lucias aislada, como si estuvieras en otro universo.

Storms (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora