Storms (+18)

Cap 3: Encuentros Inesperados

¡Diablos

"Ahora tu profesor" Esas palabras se repiten en mi cabeza una y otra vez. No es posible que de todas las posibilidades existentes, hubiera sido atrapada precisamente por un profesor. Nada de lo que planee está resultando como esperaba.

El ambiente se siente pesado y no estoy segura del porqué, quizás se deba a la sensación de hace un momento. Mentiría si dijera que todo en él no me intimida, pero es algo que no estoy dispuesta a reconocer. Por el momento es imposible que me sienta de esta manera cuando lo acabo de conocer.

Su acercamiento me pone nerviosa, el tenerlo tan cerca me está nublando la mente, esto verdaderamente se está volviendo algo molesto. Sus ojos verdes siguen clavados en mi rostro buscando una respuesta ante su presentación―¿Qué se supone que diga? ―no tenía ni idea de su posición, aunque dejarlo intimidarme tampoco es opción.

―Solo quería explorar, acabo de llegar y no conocía las instalaciones ―me separo un poco recogiendo la mochila que hasta hace unos minutos seguía en el suelo.

―¿A esta hora? ―vuelve a presionar.

―Si no me cree hable con el director, fue él quien me recibió esta madrugada ―contesto apretando la mochila a mi pecho, de alguna forma siento que es una manera inteligente de poner distancia entre los dos.

―Bien, hablaré con el director, pero luego de que la escolte hasta su habitación señorita, dígame cual le fue asignada.

―La treinta y dos, área femenina ―digo esquivando su mirada. Este sujeto está esforzándose demasiado en molestar, y estoy poniendo todo en mí para no reaccionar como siempre lo hago.

―Eso es obvio ―mis ojos vuelven a él, observando la pequeña sonrisa divertida que intenta disimular.

Pero claro que lo notó, es obvio que eres mujer―se mofa mi subconsciente. Doy una respiración profunda y pesada, necesito pensar y encontrar la manera de salir de este lugar, y este profesor puede convertirse en un problema.

―Andando ―dice pasando frente a mí.

Avanzamos en completo silencio y aprovecho para escanear su rostro sin expresión. Respiro profundo y divago sin dejar de mirarlo ¿Cuántos años tendrá? No parece ser la clase de profesor que odiaría ver; sin embargo, esa actitud sombría, pedante y fría, lo convierte fácilmente en el tipo de persona que evitaría.

Maldigo internamente rememorando nuestra situación.

Continúo sintiéndome nerviosa a su lado, y es que no olvido que me atrapó en el aire y que además parece no creer la patética historia que le inventé ¡Joder! No quiero tener problemas con el director a causa de esto. Fácilmente podría delatarme, eso tomando en cuenta que no llevo ni veinticuatro horas en este internado. Nuevamente llega hasta mí ese tono de voz arrogante. Esa jodida manera de expresarse con superioridad le quita todo el encanto. Todavía puedo sentir las vibraciones de mi cuerpo y el escalofrió que me provocó nuestro particular encuentro.

Jodido moja bragas.

―Bien señorita sana y salva, espero que no le queden más ganas de explorar las instalaciones del instituto ―menciona haciendo énfasis en la palabra "Explorar" antes de irse.

Abro mis labios asombrada por su trato y avanzo hasta la habitación quejándome. Por culpa de ese imbécil no logré salir de aquí y espero con ansiedad que aquel percance no llegue a oídos de mi padre ¡Mierda, mi padre! Ni siquiera había pensado en él.

Mis brazos sostienen con fuerza mi mochila frustrada.

Si Harold se entera de lo que intenté hacer, mi próximo destino será algún convento de monjas. Bufo molesta repasando nuestra situación. No logro entender sus decisiones, sé que no soy la adolescente más dócil del mundo pero ¿qué adolescente lo es? Además, nada de lo que diga o haga, justificará sus ganas de hacerme a un lado. Mandarme a un internado al otro lado del mundo solo es una patética estrategia de control.