05. Excesos

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[Volkway nsfw]

En comisaría había un rumor que se confirmo por ajenos, convirtiéndose en un secreto a voces que el principal involucrado no se molesto en negar. El superintendente de la ciudad era un adicto a los juegos de azar, uno de esos ilusos que creía ciegamente que la siguiente ronda sería la buena, que conseguiría ganarse todas las fichas puestas sobre la mesa, y cada que por suerte resultaba ser así, se sentía motivado a continuar hasta que la falta de fondos le marcaba un límite.

Aunque, desde hace algunos meses, Greco veía mejoría en la adicción de Conway. De pronto no era la carencia de fichas lo que le detenía, tampoco les pedía más para poder continuar, no, ahora sólo se levantaba de un momento a otro e iba a exigir sus ganancias. A sus ojos, simplemente perdía el interés, pero Volkov sabía bien que no era por eso, él sabía cual era la verdadera razón por la que su superior se separaba de la mesa.

Conway había iniciado una relación, una que le exigía bajar la intensidad de su despreocupación al jugar o sino terminaría, además de en bancarrota, sin la persona que le hacía sentir feliz por primera vez en mucho tiempo.

—Vamos al casino — sentenció de repente mientras se dirigían al estacionamiento.

La luna menguante ya se encontraba brillando sobre ellos al igual que unas pocas estrellas, las farolas repartidas por la acera les iluminaban el camino, y no había nadie por la zona además de ellos. Todo indicaba que sería una noche tranquila, al igual que lo fue el día, por lo que Volkov no se mostró sorprendido cuando escucho aquella sugerencia, a diferencia de Greco, quien se encontraba horrorizado.

—Ay, no...— Se quejó en un suspiro, frotando su rostro con sus palmas. Que Conway le hubiera bajado dos niveles a su adicción no implicaba que fueran menos seguido o que durará menos horas dentro, sólo hacía que la cantidad de dinero disminuyera— Yo no pienso ir, Conway — aclaró, inclinándose para verle tras el volante por la ventanilla del copiloto, lugar que ya ocupaba un muy silencioso ruso.

—Pues anda, fuera de aquí — Hizo un ademán con la muñeca, barriendo el aire con desdén antes de introducir la llave y encender el auto—. Vamos, Volkov — animó sonriente, pisando el pedal que hacía rugir el motor dos veces antes de mover la palanca.

—Suerte — Volkov escuchó el susurro sincero de Greco, recibiendo un suave apretón en el hombro como muestra de apoyo antes de verlo alejarse del auto.

No comento nada, pues no tenía nada que decir, y permanecio en silencio durante todo el camino hasta que llegaron al casino. De vez en cuando revisaba su celular, luego admiraba a través de la ventanilla las luces de los departamentos brillando a lo lejos y la serenidad de la que carecía el día. Si, debía haber algún delito en proceso mientras ellos no miraban, pero lo que se mostraba delante de ambos conseguía distraerlos de la realidad a la que tendrían que volver cuando las horas les obligarán a entrar de nuevo en servicio.

Conway dejo el auto en la acera de enfrente y él fue el primero en bajar, cerrando la puerta con cuidado y plantándose frente a ella mientras esperaba al contrario. El casino nunca había llegado a ser su lugar favorito, ni siquiera podría decir que le fuera agradable, pero vaya que lo visitaba como si así fuera. Una vez sintió la imponente presencia de su superior a su lado, le siguio algunos pasos detrás suya hasta la entrada, ignorando el hecho de que la puerta había sido abierta para él.

Le miro de reojo cuando lo hizo, ocultando su mueca de disgusto en cuanto le vio sonreír, victorioso. Sabía exactamente lo que estaba haciendo, lo conocía tan bien que, noches atrás, cuando por fin decidió hablarle sobre el excesivo pudor que rodeaba a su persona en cuanto a muestras de afecto, públicas o privadas, ya se esperaba sus ataques, porque si él podía saber sus intenciones con una sola mirada, Conway no se quedaba atrás.

|| ꜱᴡᴇᴇᴛ, ʙᴜʀɴɪɴɢ ᴀɴᴅ ʙɪᴛᴛᴇʀ || Donde viven las historias. Descúbrelo ahora