[Volkabo soft]
Volkov se encuentra con arma en mano revisando la zona alrededor de licorería por rutina, le han avisado antes que no hay nadie pero aún le cuesta confiar en los nuevos así que simplemente se aleja de todos sin dar explicación y en silencio. Sabe que alguien le ha seguido, también le es sencillo deducir quien es por su falta de disimulo, pero decide dejarle creer que no se ha dado cuenta de la fuerza de sus pisadas y de sus respiraciones ruidosas.
Quiere recordar si hay algún tema que deba ser tocado en privado o si existe alguna discusión sin concluir, pero no consigue encontrar nada, por lo que, cansado de esperarle, detiene sus pasos para guardar su arma en la pistolera y da media vuelta sobre sus pies mientras libera el aire con hastío.
Se encuentran en un callejón vacío detrás del local. Sus orbes celestes con salpicones de esmeralda se muestran más inquietos que sorprendidos, como si algo no le permitiera mantenerlos fijos en los suyos por mucho tiempo. Desea saber que le tiene así, pero nunca sabe si le va a gustar la respuesta.
Todo es un riesgo cuando se trata de él, un azar en el que se ve obligado a jugar cada que no puede descifrar su cambio de actitud. Parece exagerado, se siente de ese forma, pero no puede ser de otro modo cuando su relación es tan voluble que un día pueden ser cariñosos el uno con el otro, buscando sus brazos como consuelo en la oscuridad, y al siguiente no querer verse ni por un segundo.
Volkov odia que sea así. Gustabo sigue luchando por cambiarlo.
—¿Ocurre algo? — Se atreve a preguntar luego de darle varias vueltas, tratando de ocultar la inquietud que ahora comparten.
El menor niega, pasando los dedos entre sus hebras doradas hasta la pequeña coleta, y retiene el aire en su pecho antes de comenzar a reducir la distancia que les separa. Él no se mueve, quiere hacerlo incluso si es hacía atras pero se obliga a quedarse donde esta hasta que le tiene tan cerca que Gustabo tiene que alzar el mentón para verle a los ojos.
—¿Esta segudo de qu-
Su pregunta se ve interrumpida por el inesperado tacto del contrario, quien ha tragado saliva antes de hacerlo y que ahora no puede ni mirarlo. Sus dedos se entrelazan poco a poco mientras su rostro se calienta y, cuando por llega la quietud, sus latidos van tan rápido que no le permiten escuchar sus pensamientos.
—¿Qué- qué hace? — pregunta con creciente nerviosismo, dejando su brazo libre caer al no tener la más mínima idea de donde ponerlo, y su pecho se infla inconscientemente al ser tocado por el contrario.
Sus alturas ya no les permiten mirarse una vez sus torsos permanecen juntos y el rostro de Gustabo se oculta contra su cuello, pero puede saber como se siente con facilidad; puede sentir su respiración caliente golpear su piel con un ritmo anormal y su mano sudar contra la suya, también puede percibir su miedo a ser apartado en cada poro de su piel y en el aura que le rodea.
—Me han dicho — Comenzó a hablar sin despegar su rostro de la que debía considerar zona segura, provocándole escalofríos hasta que hizo la primera pausa—, que esto hacen las pa-parejas...— La última palabra bailó en su boca debido a la extrañes de llamarle así, incluso luego de meses juntos.
Asintió aunque no pudiera verle, apretando más su agarre al percibirle por segundos dubitativo. Sus manos no llegaban a encajar como contaban todas las historias de amor, pero era tan desagradable la idea de encajar con alguien más que tallarían las piezas hasta encontrar la forma adecuada.
La voz de su jefe dando órdenes a través de la radio fue lo único que consiguió sacarle de su ensoñación y se vio obligado a aclarar su garganta antes de hablar.
—Debemos- no, quiero decir, tenemos que soltarnos — informó en un ronco susurro, moviendo su hombro de arriba a abajo con lentitud para sacar al rubio de su escondite. Su nariz se frotó en su contra al negar con la cabeza, indispuesto a alejarse ahora que tuvo el valor de hacer algo tan simple y que, de alguna u otra manera, podía llamar avance—. Por favor, клевер, p-podemos seguir con esto luego — De nuevo nego, clavando la punta de sus dedos con más fuerza contra el dorso de su mano.
Los disparos comenzaron a escucharse a lo lejos junto con algunos gritos adornando cada chasquido y es que no podía existir peor momento para un arranque de valor que en medio de un atraco. Agradecía que Conway estuviera presente.
—Gustabo...— Volvió a llamarle, ahora un poco más suave e inclinando su cabeza hacía su costado para rozar su oído. Sólo entonces noto como el rubio se apartaba para verle a los ojos.
Sus cejas muy juntas, la comisura de sus labios torcida hacía abajo y un destello de fastidio le hicieron saber que sus intentos por posponer aquel acto habían sido malentendidos.
—¿Tanto le desagrada esto?
—¿Qué? Yo- yo nunca he dicho eso — aclaró con rapidez—, s-sólo me preocupan los demás...
—Esta el puto terminator de malas — contestó con molestia, poniéndose de puntitas para no sentirse menos como cada que discutían—, así que quienes deberían preocuparse son los desgraciados que decidieron atracar a esta puta hora.
Tenía razón aunque nunca se lo fuera a admitir, lo había pensando tan sólo hace unos segundos y ahora tenía la opción de seguir replicando o dejarse llevar por las adictivas alteraciones que le brindaba él con algo tan simple. Apretó su mano en cuanto le sintió querer alejarse por su silencio, le paso su brazo libre alrededor del cuello para abrazarle e inhalo el sutil aroma del shampoo de cerezos con descaro, disfrutando de su esencia llenando cada espacio libre de sus pulmones; volviéndole un fanático de su cercanía.
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|| ꜱᴡᴇᴇᴛ, ʙᴜʀɴɪɴɢ ᴀɴᴅ ʙɪᴛᴛᴇʀ ||
FanfictionIdeas random, headcanons, incorrects y escritos nsfw, angst y soft sobre múltiples ships de spainrp, infamesrp y, tal vez, marbellavice. ◆ ▬▬▬▬▬▬▬ ❴✪❵ ▬▬▬▬▬▬▬ ◆ > 𝙰𝚌𝚝𝚞𝚊𝚕𝚒𝚣𝚊𝚌𝚒𝚘𝚗𝚎𝚜 𝚍𝚘𝚜 𝚍𝚒𝚊𝚜 𝚊𝚗𝚝𝚎𝚜 𝚎𝚗 𝚝𝚠𝚒𝚝𝚝𝚎𝚛...