[Volkabo angst]
Volkov y Gustabo son pareja desde hace dos años y medio. Volkov de un momento a otro empieza a creer que aquel romance que surgió del odio mutuo no tiene futuro pese al tiempo que han compartido, de pronto la idea de que sólo estan atrasando el final ya no le es tan disparatada y empiezan a tener sentido los comentarios a su alrededor.
Deja de disfrutar las noches a su lado por pensamientos ultrajado su mente y alterando su sentir. Las comidas se vuelven insípidas, las horas eternas y las conversaciones aburridas.
Lo hablo con sus pocos amigos, recibiendo el mismo consejo con palabras distintas, y decidió gracias a ellos que lo mejor era terminarlo todo antes de que cayeran en la inevitable toxicidad de una relación donde la costumbre superaba el amor.
Eligió una noche al azar, decidiendo que lo haría luego de su aniversario y antes de terminar el mes, y paso todo ese día tratando de encontrar una razón por la cual quedarse. No la encontró y de verdad que lo había intentado, buscando entre sus preciados recuerdos donde su risa estuviera presente y, negándose a rendirse, urgo aún más profundo, viajando hasta el día de su confesión aquella tarde de tormenta; declarando su amor perdedor en el instante en que recordó sus labios sin sentir tentación.
Una vez cae la noche y ambos se encuentran solos con el agradable aroma de la cena frente a ellos y la televisión sonando de fondo, sólo lo suelta.
—Creo que deberíamos terminar con esto.
No se permite pensar en una manera de prepararlo para el golpe ni tiene la habilidad para hacerlo así que en silencio espera que Gustabo no tome su tono como insensibilidad. No alza la vista de su plato, porque sabe que le esta viendo, pero luego de dar el primer bocado le escucha suspirar y eso basta para que sus orbes suban con rapidez hasta el rubio.
Gustabo, en completa confusión, busca posibles motivos por los cuales le diría algo así tan de repente. Volkov espera que los encuentre por él.
—¿Por qué?
Probablemente era una pregunta común en una ruptura donde uno de los dos es tan inconsciente de los sentimientos del otro que no se da cuenta de todo lo que pasa por su cabeza cada vez que le ve pasar, aunque no podía exigirle que lo supiera cuando ni él mismo llegaba a comprenderse, así que sólo alzo los hombros ligeramente antes de darle la peor respuesta que alguien podía recibir luego de derrumbar de un golpe todo lo que creía irrompible.
—No lo se.
No dicen nada más, ninguno cree que haga falta. Gustabo se conforma con ello al no tener más opción, Volkov no siente remordimiento alguno.
Ambos terminan su cena sin musitar palabra alguna, duermen en la misma cama y se dan la espalda, despiertan al día siguiente por el sonido de la misma alarma y empiezan el día como si nada hubiera ocurrido la noche anterior. Siguen sin hablarse, pero actúan de la misma forma que siempre.
Volkov prepara su café y se lo deja sobre la barra donde Gustabo va a sentarse al menos diez minutos luego de tomar su ducha, Gustabo saca del armario un conjunto que deja sobre la cama para que él se lo ponga al salir, y así entran en una monotonía forzada que con el pasar de las semanas se vuelve costumbre.
Podrían seguir así por siempre, pero entonces no tendría sentido que hubiera abierto la boca, así que eligió otra noche y volvió a dirigirse a él con un tono calmado.
—¿Cuanto tiempo vamos a seguir así?
Gustabo ni siquiera le miro, dedicándose a cambiar el canal de la televisión con desinterés. Suspiró con frustración, sentándose a su lado y quitándole el control remoto porque, de aceptar su silencio, entrarían de nuevo en un bucle. Su ahora ex pareja le miro al instante con enfado, como lo hacía antes de que el odio se esfumara por completo.
—Responda — Le exigió, frunciendo el ceño y apretando el control entre sus dedos.
—Joder, ¿pues qué coño quiere que le diga? — reprochó, poniéndose de pie antes de que pudiera decir nada para imponer distancia, y luego agregó con neutralidad forzada—. Usted es libre de tomar tus cosas e irse, Volkov, yo nunca le he pedido que se quede.
Le dejo sin palabras, dándose la vuelta y yendo directo a la habitación para cerrar la puerta de un portazo. Tenía razón, Gustabo nunca estuvo obligado a irse ni él a quedarse, por lo que en parte era culpa suya la situación en la que se vieron envueltos.
Exhalo el aire retenido en sus pulmones con pesadez, apretando el tabique de su nariz un momento antes de ponerse de pie e ir a su habitación, agradeciendo que la puerta estuviera abierta.
Esa noche, mientras guardaba su ropa en una pequeña maleta que estaba bajo la cama, escucho los sollozos ahogados del hombre que amo sin ser capaz de hacer nada.
Terminó de guardar todo lo que pudiera torturarle después o fuera motivo para volver a verse y bajo el marco de la puerta le dio una última mirada antes de volver a cerrar la puerta, encerrando los lamentos de un corazón roto.
Con el pasar del tiempo ya no intento averiguar porque había dejado de amarlo y Gustabo ya no quiso intentar comprenderlo, por lo que siguieron adelante en soledad hasta que cayeron en los brazos de alguien más; percátandose entonces de que la falta de razones les haría incapaces de superarse.
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|| ꜱᴡᴇᴇᴛ, ʙᴜʀɴɪɴɢ ᴀɴᴅ ʙɪᴛᴛᴇʀ ||
FanfictionIdeas random, headcanons, incorrects y escritos nsfw, angst y soft sobre múltiples ships de spainrp, infamesrp y, tal vez, marbellavice. ◆ ▬▬▬▬▬▬▬ ❴✪❵ ▬▬▬▬▬▬▬ ◆ > 𝙰𝚌𝚝𝚞𝚊𝚕𝚒𝚣𝚊𝚌𝚒𝚘𝚗𝚎𝚜 𝚍𝚘𝚜 𝚍𝚒𝚊𝚜 𝚊𝚗𝚝𝚎𝚜 𝚎𝚗 𝚝𝚠𝚒𝚝𝚝𝚎𝚛...