Entrenamiento II

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Han pasado unos meses desde que mi entrenamiento empezó y eh avanzado demasiado, gracias a eso mi manejo en los cuchillos ha mejorado bastante bien, aunque aún siento que no e conseguido lo que Boris me pidió buscar.

Pasadas unas horas me dirigí a un riachuelo cercano al que iba con frecuencia para lavar mi cuerpo de la sangre de los monstruos y bestias que mataba, así mismo era mi fuente fácil de comida por los peces que habitaban en este, luego de limpiarme y tomar algo de agua me cambié y me dirigí a una parte de la selva que aún no había visto.

Está parte se trataba de las montañas, por alguna razón desde que llegué mi cuerpo me ha dicho que no me acerque, aún cuando mis habilidades de detección no me dicen nada, está vez solamente pienso en subir estas y entender el por qué mi cuerpo reacciona de esta manera.

Ya decidió empecé a subir este, en el camino me encontré con varios monstruos fuertes, pero uno a uno caían bajo mi daga, hasta que llegue a una cueva la cual tenía varios esqueletos de monstruos a fuera, además sentía una fuerte sed de sangre proveniente de esta, pero aún mis habilidades de detección no me decían nada respecto a estas, por lo que confiando entre para averiguar por mi mismo que había dentro de esta.

Tras entrar me di cuenta de que está era una cueva muy oscura, además de un olor putrefacto y miles de cadáveres dentro de esta, no sabía que era esto pero era asqueroso, tras avanzar un poco lo encontré.

Un ser extraño parecía goblin pero este era mucho más alto y por su apariencia no era hobgoblin, este tenía su piel roja y sus ojos eran completamente negros, así mismo tenía una extensa melena negra que lo cubría desde la cabeza hasta la espalda, sus brazos eran delgados y en vez danos parecía tener garras tan filosas como espadas, este tenía un montón de fragmentos de cristales al rededor de su cuerpo, y su cara era parecida a la de un lobo, de esto sobresalían varias hilera de colmillos manchados de sangre, este era tan delgado que parecía desnutrido, este se encontraba matando a unos orcos sin problema alguno, los mataba de un solo movimiento como si no le costará nada, claro todo era gracias a su tremenda velocidad.

Al ver tal ser sentí como mi cuerpo se paralizaba, lo sabía debía irme, al dar la vuelta para irme pide uno de los huesos regados por todo el lugar causando un pequeño ruido, de la anda aquel ser se percató de mi presencia y se lanzó rápidamente hacia mi.

Este me intento cortar con sus filosas garras por los que rápidamente use mi habilidad « coraza» sorprendentemente este fue tan fuerte como para rasguñar mi coraza lo cual me tenía sorprendido, había sido rasguñado usando mi coraza y lo peor era que esa cosa apenas y alcanzo a tocarme, no podía ni imaginar lo que pasaría si este me llegaba a dar un corte certero con esas garras suyas.

Rápidamente desenfunde la daga demoníaca y me preparé, pero antes de que tomara postura ya tenía a es acosa sobre mi, por lo que use mi « viaje sombrío» y gracias a este logré posicionarme detrás de este e intente clavarle la daga desde atrás, al intentarlo aquella cosa realizó una pintura y antes de que me diera cuenta ya me había dado una patada en la cara, no sabía que era esa cosa pero algo era seguro no ganaría solo.

« clon sombrío»

Una ves este apareció utilizo magia oscura con la cual creo una daga parecida a la mía, le pregunté si estába listo y este me asintió con seguridad, rápidamente nos lanzamos hacia esa cosa, este parecía sin preocupaciones y esquivando a mi clon prosiguió a darme una patada con la que me envió contra las paredes de la cueva, está dolió como el infierno, pero no podía dejarlo así, rápidamente me levanté y vi como mi clon tenía grandes y serios problemas con esa cosa la cual esquivaba y todos sus ataque sin ser siquiera rozado, en vista de que mis ataques físicos no harían nada proseguí a usar magia, extendí mi mano y visualice cualquier hechizo, rápidamente mi clon captó la idea por los que empezó a atraer la atención de esa cosa mientras yo me concentraba, luego de unos segundo se me ocurrió algo.

Rápidamente empecé a reunir en mi mano magia de fuego y rayo, así mismo algo de magia de viento y agua, rápidamente cree varios círculos mágicos a mi alrededor y preparado le di la señas a mi clon, este comprendió y luego de desaparecer vi como esa cosa volteo a donde yo me encontraba y rápidamente active el hechizo « ráfaga de novas» todos y cada uno de los círculos mágicos empezó a lanzar una gran cantidad de su magia respectiva.

Fuego, agua, rayo y viento, todos lanzados a un solo objetivo, esto causó una fuerte explosión que sacudió la cueva y el humo y polvo se levantó, pensé que lo había derrotado, a todo esto me percate de algo, el sistema no me había alertado del enemigo y mucho menos me había dicho a que me enfrentaba, todo esto me daba mala espina pero lo importante era que lo había derrotado... O eso creía.

De la nada el humo y el polvo se disipó y hay estába el con una barrera mágica su alrededor casi destruida, no me lo podía creer había usado magia para defenderse, en comparación a los demás monstruos ese era muy no demasiado inteligente, pero por lo visto apenas y pudo activar el hechizo.

Este deshizo el hechizo, me miro fijamente y molesto se me lanzo rápidamente, ni siquiera lo vi cuando me di cuenta había recibido múltiples cortes, ante esto mi sangre empezó a derramará por los suelos, solté mi daga la cual entró en contacto con mi sangre y caí al suelo, sentí que poco a poco mi vida se iba, recordaba este sentimiento, el sentimiento de morir.

* Oye, ¿ Tu eres mi nuevo maestro?
– qu- ¿Quién eres?
* No tengo nombre, pero parece que está muriendo, te ayudaré si no estoy mal tienes la habilidad " sed de sangre" activala y déjame el resto a mí
– b- bien

No sabía quién era por lo qué simplemente no sabía si aceptar, pero si aseguraba que no muriera lo haría.

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Aquel monstruo empezó a acercarse poco a poco hacia el cuerpo bañado en sangre de Damián, este parecía feliz ya que en su cara se tornó una sonrisa de oreja a oreja, de la nada Damián se levantó este parecía diferente, tomo su daga demoníaca la empuñó y miró directamente hacia aquel monstruo, el cual sin previo aviso empezó a utilizar su velocidad para atacarlo, este par cia confiado ya que su ataque le había servido una vez pensó en utilizarlo una vez más.

Ante esto la sangre se derramó al suelo y con esto el brazo de aquel monstruo, este parecía no gustarle lo ocurrido por lo que dándose la vuelta intento atacar a Damián nuevamente, para su sorpresa Damián ya le había perforado el pecho con su brazo envuelto en coraza, luego de esto uso su coraza volcánica con la que le dio fin a aquel ser.

Tras esto Damián salió de la cueva caminando como si nada hubiera pasado.

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