La Voluntad Del Reencarnado

Guerra

Llegue al campo de batalla, era algo sin nombre, sangre, muerte, cuerpos de aquí a allá, no había nada más que caos y destrucción.

Sin dudar desenfunde a Vaal, no use mi habilidad ya que si lo hacía entoces estaría desobedeciendo a Lucifer y lo último que quería era ser yo quien desatara otra guerra. Tras esto empecé a matar a todo soldado de Phaleder que se me pasará enfrente, no tenía piedad, mientras esto ocurría Jhonny asesinaba brutalmente a sus enemigos, sabía que si Hank estuviera bien estaría causando un caos junto a nosotros pero no lo está, por lo que es nuestro deber defender este lugar.

Dalia demostró una gran habilidad con la magia, sus habilidades con esta eran increíbles, no podía ser derrotada fácilmente, esto el alegraba no tendría que preocuparme por nadie, podía confiar en que ellos podrían ganar sin mi ayuda, mientras yo me concentraba en mi y los bastardos frente a mi.

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Mientras avanzabamos era más notorio, ese demonio debe ser aniquilado, es una amenaza tanto para la humanidad como para el mundo entero, sin el abra paz, sin los monstruos entoces no nos tendremos que preocupar por nada.

– Harry, creo que me voy a divertir con esa niña de allá
– ese chico de pelo verde parece fuerte, lo quiero para mí
– bien hagan lo que quieran solo no se entromentan en mi pelea contra ese monstruo
– entendido señor
– bueno parece que ya no podrá der una batalla justa, jajaja
– bien espero me cuentas
– no te preocupes, mientras seamos los dos ese chico de pelo verde no sobrevivira
– eso espero, eso espero jajajajaja.

Tras esto se dispersaron, montón de salvajes que solo piensan en pelear, no se diferencian mucho ente los monstruos lo único que los mantiene distintos a ellos es el término humano, de lo demás nada.

" Míralo, actuando tema salvaje, parece una bestia, es tan repugnante su sola actitud es algo que debe ser castigado y yo voy a castigar eso"

Rápidamente desenfunde mi espada ay me lancé hacia el, mis movimientos eran rápidos, esperaba me diera pelea por qué de lo contrario sabría que los rumores no eran más que rumores.

Una vez estuve cerca mi espada fue detenida por lo que parecía un clon echo a base de pura oscuridad, este tenía unos ojos violetas oscuros, en ellos solo podías ver la eterna oscuridad, el ni siquiera se atrevió a enfrentarse a mi, en vez de eso me lanzo un clon como si no fuera nada insignificante, esto me hacía enojar como nunca y solamente quise matarlo más y más.

Su actitud solo despertaba mi deseo de asesinato, si quería acabarlo debía acabar a este insignificante clon.

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Agh, esto se volvía tedioso, cada vez vienen más y más de ellos, no tengo tantas dagas para ellos, si esto sigue a si tendré que empezar a usar magia.

– ¡ Cuidado a bajo!
– ¡!

Rápidamente di un salto hacia atrás, cuando me fijé un hombre y una mujer; alto, robusto y corpulento, aquel hombre de pelo corto parecía divertirse mineras intentaba atacarme usando su hacha gigante y ese escudo que cubría como mínimo su cuerpo entero, se me hacía imposible que un hombre con todo ese peso pudiera moverse a esa velocidad, no era tan rápido pero aún así era sorprendente, por otro lado esa chica, tenía aspecto de ser del reino de Shivan, esto era perfecto para mi, un bruto descerebrado y una mujer ágil y veloz contra mi.

Esto se volvía más tedioso de lo esperado, me ponían en aprietos, esa chica parece ser de la familia Asukami los tramposos, usan todo tipo de armas y objetos sucios con tal de ganar, un poco desesperado pero no me importaba aún si trabajaban jugos no podían hacerme nada.