Jamie:
—¡Por el nuevo gimnasio!. —Todos los profesores junto al director brindamos en medio del lugar.
Finalmente está acabado y claro que luce mejor que antes, con más iluminación y espacio, ahora que todo está en su lugar correcto.
Hay asientos a ambos lados de la cancha de la loza deportiva y la distancia entre las dos cestas es correcta, sobre todo para los jugadores, quienes tendrán un largo camino para encestar a lado opuesto.
Sonrio y me vuelvo hacia Atlas, el director ha elaborado una pequeña reunión de bienvenida y mientras los chicos estrenan el gimnasio con un juego amistoso u otros devoran la pequeña mesa de bocaditos, los profesores intercambiamos un par de palabras.
—Se ven felices. —Comento observando a los chicos.
—Por fin tienen un lugar donde jugar, estuve igual de feliz la primera vez que me llevaron a jugar con los grandes.
Una sonrisa cruza mis labios.
—Profesor..
Ambos nos giramos al oír al director detrás de nosotros, quien se acerca y le pone una mano en el hombro.
Me saluda con un gesto y se vuelve hacia Atlas. —Ya tiene su gimnasio. Espero grandes cosas de usted por esto.
Atlas me mira y el directo continua:
—¿Ganarle a los visitantes no será un problema, verdad?
Miro a Atlas, quien responde enseguida:
—Por supuesto.
(***)
—No dejes que la presión del director te afecte. —Le menciono. Nos encontramos en la sala de mi departamento y dejamos de prestarle atención a la película hace media hora.
Estoy acostada sobre él y nos hemos arreglado para los dos entrar en el mueble.
—No lo hace. —Me asegura besándome el pelo, sus labios se mantienen ahí.
Me giro encontrándome con sus ojos color chocolate.
—De verdad pienso que esos chicos pueden ganar. —El suspira. —Aunque primero hay que corregirlos.
—¿Izzy y Ander?
—Ahora mismo me preocupan más Darío y Jonathan, hasta Kennan.
Me acomodo sentándome sobre el mueble, el igual a mi lado.
—¿Sabes algo?
No me responde.
—Atlas, si sabes algo debes decírmelo. —Le pido.
—Si se algo, no se nada.. y cuando sepa algo ¿Prometes no cometer más estupideces?
Trago saliva:
—Jamie.
—Lo prometo. —Menciono, pero me ve incrédulo y yo sonrio. —De verdad lo prometo.
—Bien.
—Atlas.
—Solo ten en cuenta que si algo te pasa, si te lastimas.. yo sentiré ese golpe 10 veces más. —Sus ojos serios se mantienen sobre los míos. —¿No querrás matarme, verdad?
ESTÁS LEYENDO
Field Goal
RomanceLa estrella de Baloncesto, Atlas Corbett, cometió un error que le costo caro. Motivo por el cual perdió su nombre, un juego importante y hasta posiblemente su oportunidad de seguir en el equipo "Los pioneros de Boston". Atlas recibió como lección re...