Atlas:
—¿Qué estás haciendo aquí?.—La pregunta no tarda en salir de mi boca.
Rianne encoge los hombros.—Vine a ver a Bruno .—Responde mostrándome el ramo que lleva en las manos.—¿No son obvia las rosas?
Bajo la mirada a ellas y la vuelvo a subir a su rostro.
—¿Acaso no puedo venir a ver a mi amigo? Te recuerdo que no eran solo tuyos.
—Me usabas de beneficio. ¿No se que esperas que lo dude?
—Usábamos.—Me corrige.—Y bueno, eso se acabó. —Hace una mueca y pone los ojos en Jamie. —Así que ella es mi reemplazo. No buscaste mucho ¿No?.—Me dice a mi y se dirige a ella.—Sin ofender, cariño.
—Para decir que no deseas ofenderte tienes toda la intención de hacerlo. —Responde Jamie y Rianne abre los ojos, pero su sorpresa dura poco y sonríe.
—No es mi culpa que te lo tomaras a pecho, por algo debe ser.
—Si, tu actitud hipócrita.
Rianne vuelve a abrir los ojos, está vez ríe y pone su mirada en mi. —Pero.. ¿Dónde conseguiste a esta mujer, Atlas?
No respondo y me vuelvo hacia Jamie, tirando se su brazo. No vale la pena, mis discusiones con Rianne nunca han terminado bien y se esfuerza por hacerme quedar mal, no voy a permitir que lo haga frente a sus ojos.
—De acuerdo. Nos vemos después, par de maleducados. —La escucho a nuestras espaldas. —¡Son tal para cual!
En eso no se equivoca, somos malditamente el uno para el otro.
(***)
—¿En serio saliste con ella? No puedo creerlo.. ella es.. —La oigo quejarse mientras se cepilla el cabello y me parece adorable.
Y sexy, sobre todo por esa pijama que muestra sus piernas.
Quiero arrancar cada parte de esas prendas.
—Es bonita.. y muy guapa ¿Por eso estabas con ella?.—Busca sacarme respuestas, con una expresión algo molesta.
¿Qué hice yo ahora para que este enojada?
Arqueo una ceja. —¿Son celos?
—Ella..
Deja el cepillo y se sienta sobre la cama, está más cerca y mi vista tiene una imagen preciosa de sus pezones marcados en la tela de la blusa.
Me llevo la mano a mi polla dura.
—¡Oye!
Me río. —¿Qué?
—No me has respondido y tu piensas...
—¿En cogerte? Si.
La tomo de las caderas y la derribó contra el colchón, me subo encima y aprieto su cuerpo con el mío.
—Si, ella es hermosa.
Sus celos lo noto en todo su cuerpo. Sobre todo en su expresión, las cejas juntas y los ojos furiosos, que destilan fuego.
—Pero hay un problema. —Ubico la mano en su cadera y meto las manos dentro, subiendo hasta el inicio de sus pechos—Ella no eres tú.
Levanto la blusa y se la quito por la cabeza , aprieto su seno y acerco mi lengua a su piel, sacándole un jadeo.
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Field Goal
RomanceLa estrella de Baloncesto, Atlas Corbett, cometió un error que le costo caro. Motivo por el cual perdió su nombre, un juego importante y hasta posiblemente su oportunidad de seguir en el equipo "Los pioneros de Boston". Atlas recibió como lección re...