BRYANT ©

C A P Í T U L O | 05

05.- "Mala Noche"

Aristeo Hayes

La música seguía de fondo, las luces de la fiesta y los sonidos de las personas celebrando seguían alrededor de nosotros.

Pero Bryant y yo, estábamos alejados de esa realidad, besándonos.
Y si no tenía mala consciencia del tiempo, lo había estado besando desde hace tres minutos.

Todavía sentía sus manos y brazos en mi espalda baja, y todavía sentía como me estaban dando el mejor beso que alguna vez haya tenido.

Una especie de descarga eléctrica recorría mi pecho en especial, pecho, brazos y piernas.
Dejé de tener el tacto de su piercing en mi boca, y finalmente nos separamos por segunda vez.

Volví a tener visión de su rostro, por la posición, su cara estaba más abajo que la mía, y ni siquiera así dejaba de creer que él era muy imponente.

—Y bien —rió, relamiendo su labio inferior—. ¿Te sacaste de dudas? O debo ser utilizado nuevamente.

—Ah... Yo —y ahí, caí en cuenta—. No debí hacer eso, esto fue un error.

Sus cejas se juntaron en una expresión confundida. —¿Disculpa? Soy un gran besador. No te disculpes, fue un muy interesante impulso.

Se reclinó hacia atrás de nueva cuenta, sus brazos regresaron al respaldo del sofá, y ahí seguía yo, sentado arriba de Bryant, y él parecía no tener ni el más mínimo inconveniente con ello.

Vi como su sonrojo seguía latente en parte de su rostro, y que él estaba esperando que yo dijera algo.

—Desde mi punto de vista, para "no ser gay", eres un excelente chico pasivo.

Dudé.
¿Qué es pasivo?

Pero cuando quise responderle algo, fue que mi realidad me golpeó, había besado a O'Donell, sin ningún argumento, solo tomé de su vaso y me tiré a él como si tuviera el derecho.

—Me voy —avisé, antes de bajar de su regazo—. Lo siento, esto no debió pasar.

—No es para tanto —alzó los brazos, viéndome buscar mi celular en el sofá—. Solo fue un beso.

Solo un beso.

—Olvidemos que esto pasó —finalicé.

Así, me hundí entre el montón de personas, escapando de la fiesta, escuché un "Espera" de parte de esa voz masculina y clara detrás de mi.

No me pude detener, mi cerebro no estaba aguantando cómo procesar todo esto, y escapé.
En mi cabeza, tenía una perspectiva de que todos me habían mirado y se habían dado cuenta de lo que hice, que claramente ahora creía que en cualquier momento empezarían a juzgar.

Solo fue un beso.
Sí, solo eso.

Aún tenía mi corazón agitado a muchas velocidades, y toqué mi pecho, esperanzado a que fuera un infarto y no otra cosa.

Cuando salí de la fiesta, pensé en quedarme fuera un largo rato, necesitaba recobrar aire y consciencia, hasta que un tirón en mi brazo me obligó a ir a un pequeño espacio entre el edificio donde se realizaba la fiesta, y otro edificio pegado al lado.

Confundido, me di cuenta de la responsable de que ahora descubriera que existía algo parecido a un mini callejón, con vista al estacionamiento.

—¿Y tú qué haces aquí? —pregunté a la morena de Francia.

—¿Yo? ¿Qué haces tú saliendo de la fiesta cuando deberías estar con Bryant? —soltó la rizada.

Balbucé. —Pues, yo solo, ¡Ah, eso no importa! Solo que, ya estuve mucho tiempo aquí, y le dije a mi madre que me iría a tu casa, por lo tanto, exijo las llaves.