C A P Í T U L O | 54

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54.- "Noche Cuatro"

Narrador Omnisciente

—Eso sería todo del primer pago mensual, el gimnasio está a su disposición a partir de hoy —un recepcionista sonriente entregó un recibo de pago a Aristeo.

—Gracias.

El castaño se dirigió con su pequeña mochila a la zona de máquinas, en donde ya sabía que se encontraría con Bryant. Hoy por la mañana y por recomendación del mismo alemán; decidió inscribirse en este gimnasio, pues ambos podían ir a la misma hora y volver.

Claro que había un ambiente distinto desde que despertaron por lo que ocurrió ayer después de la cita. Ninguno de los dos se creía que estuvieran a punto de terminar con la tensión que sentían individualmente. Y no conforme con no terminarla, esta incrementó.

Aris ya tenía planeado inscribirse a un gimnasio cuando llegara a la ciudad, lo que no planeaba era entrar al mismo que su ex pareja.

Las ironías de la vida, un día estaba en otra ciudad sin saber nada de su ex, y en otro ya estaba compartiendo gimnasio y acordando fechas u horarios para ir juntos.

Se acercó a una de las máquinas para correr, ya había planeado sus rutinas, por lo que puso un par de audífonos inalambricos en sus oídos, reprodujo música en su teléfono y se dedicó a solamente el ejercicio, su propósito en realidad no era aumentar músculos, más bien, solo quería volver a tener una buena condición física, pues quería buscar equipos de soccer otra vez.

Mientras empezaba con una caminata y la convertía en un acto de trotar, no podía dejar de pensar en lo ocurrido ayer.

La imagen de haber tenido tan cerca el rostro de Bryant de nuevo, la tranquilidad con la que tuvo las ganas de haber cerrado esa distancia entre ambos. El que nadie más estuviera ahí en medio de su momento hasta que Bryant recibió esa alarma.

Aris se regañaba a si mismo, ¿cómo se atrevía a casi besarlo? ¿Con qué argumento? ¿Qué hubiera pasado después? De solo imaginar qué había sucedido, se ponía más nervioso.

Aunque, ahora que lo pensaba mejor, se daba cuenta que no solo él habría querido eso, también Bryant.
Lo único que logró ese pensamiento, fue que Aris tuviera más motivos para creer que había un poco de luz en todos los escombros de su ruptura, que aún había algo más que solo un "quedamos como amigos".

Ahora bien, ¿qué pasaría si de la nada Bry le preguntaba si le gustaría volver? ¿Cómo debía actuar? Era claro que Hayes moriría por decir que sí, pero tampoco tenía que verse como que le obsesionara que Bryant le pregunté eso.
Es decir, no debía emocionarse tanto, quizá actuar un poco difícil.
Pero, de igual manera Bryant no le va a preguntar eso... ¿verdad?

Por otro lado, había otro detalle que escapaba de su tranquilidad y lo hacía experimentar mucha ansiedad sobre ello... ¿qué iba a hacer con el tema de Friedrich viniendo hacia acá?

Aristeo no sabía cuándo llegaría, ni en dónde se quedaría, ni por cuánto tiempo.
En definitiva le daba mucho miedo no saber cómo explicarle q Friedrich que Bryant siempre estuvo tan cerca de él, y tampoco sabía cómo explicarle a O'Donell que su hermano venía a la ciudad.

Que claro, nada los obligaba a verse ni a saber que el otro se hallaba aquí, pero Hayes aún tenía ese altruismo en querer juntarlos, en que se conocieran.
No sabía cómo iba a reaccionar ninguno de los dos, lo que menos quería era que se generaran más problemas sobre este tema.

No obstante, Aris también tenía puntos a su favor, pues él no quería meterse más en eso y terminar discutiendo con uno de los dos alemanes.

De un lado, no quería que Fred se sintiera traicionado cuando supiera que Hayes siempre supo quién era su hermano.
Pero tampoco quería que Bry se molestara porque Aris se metió en un tema al cuál ya le había pedido hace más de un año que no mencionara.

BRYANT ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora