C A P Í T U L O | 29

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29.- "Solo A Casa"

Narrador Omnisciente

El resto de la semana fue relativamente normal, normal en el sentido de que claramente Aristeo seguía sin tener la confianza de darle afecto a Bryant en público.

Él tenía muy en claro que no estaba obligado, pero a veces, cuando iba con él a la cafetería a comer, sentía la necesidad de querer sentarse en su regazo o al menos poner sus piernas arriba y abrazarlo, ser como otras parejas que se demostraban cariño.

Hayes era un chico que disfrutaba expresar su amor físicamente, le encantaba abrazar a O'Donell, darle besitos, acariciar su cabello o jugar con sus manos, y el hecho de tener miedo a hacer eso en público, era algo que no lo dejaba pasar de manera tranquila sus días de clases.

Eso significa que el hecho de temer por las críticas, no lo dejaba abrazar a su novio durante siete u ocho horas de clases.

Por otro lado, Bryant no era un chico que abrazara o besara con tanta frecuencia, casi siempre era en la noche en las ocasiones que dormían juntos, cuando Bryant se negaba a soltar a Hayes para dormir.

Había momentos en los que Bryant quería girarse de lado en la cama, y sin soltar a Aristeo, lo hacía volar por arriba de su cuerpo y llevarlo al otro lado con él, de ninguna manera quería dejar de abrazarlo.

Fuera de esos momentos, en los pasillos no interactuaban nunca, incluso hubo dos días en los que Aristeo prefirió llegar solo a la universidad.

Hoy era un día inusual, ya que hoy se realizaría aquel examen del que todos supieron, un examen para darle una oportunidad gigantesca a muchos alumnos con respecto a sus futuros laborales.

Ahora mismo aquellos que aceptaron hacer el examen, estaban centrados en resolverlo en sus asientos, muchos en verdad deseaban entrar a aquella prestigiosa universidad y conseguir un empleo directamente después de los estudios.

Por ejemplo Aristeo y Cosette, ellos si anhelaban una mejor oportunidad.

Elian tenía pereza, y Ionel ya tenía un trabajo asegurado.

Bryant había asistido al examen por una sencilla razón; se iba a aburrir hoy que no había llevado sus libros.

La realidad era que O'Donell no creyó en aquella oferta académica, un examen en dónde si apruebas tendrás una universidad prestigiosa con todo pagado y un trabajo casi asegurado.

Para muchos era algo estupendo, una oportunidad única. Para Bryant era muy bueno para ser servido en bandeja de plata ganarían muchas oportunidades con solo pasar un examen con buena calificación, más que una beca académica, le parecía un plan de viaje a un lugar turístico ganado en un concurso de televisión.

Y Bryant ya no cree en la televisión.

Pasaron dos horas al menos desde que comenzó el examen, había alumnos que se rendían más temprano que otros, había algunos que ya se habían rendido pero estaban ahí esperando a que al menos una respuesta les cayera del cielo, otros que seguían en la lucha comenzaban a creer que quizá podrían tener un puntaje aceptable para la beca.

Había otros como Aristeo que estaban en crisis pero seguían ahí, y había solo uno como Bryant que pensaba que hacer ese examen no era suficiente para conseguir tanto, había algo más detrás.

Aun así, él no creía tomar aquella oportunidad.

Cuando los profesores anunciaron que se había acabado el tiempo de examen, todos los alumnos soltaron sus lápices sobre sus mesas, algunos estiraron su cuello debido a la posición y claro a la tensión que había en ellos.

BRYANT ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora