C A P Í T U L O | 27

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27.- "Quien Teme en Verdad"

Narrador Omnisciente

No todas las personas soñaban con una historia de amor llena de solo romance, flores, azúcar y cosas empalagosas.

Había personas que querían a alguien que los quisiera, pero que su amor no fuera de esos que todos los días recibían miles de palabras lindas, no querían que tuvieran que verse cada día que fuera posible, ya que había veces que solo querían estar solos en su habitación.

Tampoco querían un amor material, convivencia juntos a cambio de dinero o lujos, eso les parecía aburrido hasta cierto punto.

Así es, había personas que preferían un romance sencillo, una persona con la que se llevaran bien, que hubiera cariño sin llegar a ser muy endulzante.

Ese tipo de personas existían, y Elian Saeli era una de ellas.

El prototipo de persona ideal para enamorarse en el tailandés no era muy complicado, lo único que definía sus gustos físicos era que su pareja fuese más alto que él, y personalmente; odiaba a las personas que juzgaban todo, odiaba a aquellos que lo creían una persona infiel o que lo traicionasen, por lo mismo él prefería personas que lo hicieran reír y que confiaran en él.

Saeli era un chico que podía divertirse en la cama de un chico apuesto que aceptara, pero no era una persona que jugara con los sentimientos de los demás, él siempre dejaba en claro sus intenciones, lo que le gustaba y lo que le desgradaba, ya era decisión de otros si lo aceptaban o no.

Le había costado algunas decepciones amorosas entender que cuando una persona no quiere estar a su lado, es mejor no forzarlo o engañarse en un mundo mágico dónde el desinterés y traición se dejaban pasar.

—¿Y cómo piensas que podrás ver a ese chico sin querer huir? —preguntó Jareth curiosamente, dividiendo el cabello ahora rubio de Elian en dos partes para poder peinarlo y hacer un corte diferente al del chico.

—No voy a huir —respondió Elian arriba de aquella silla de la peluquería del peliazul—, es decir, él no sabe que era yo, no tengo por qué esconderme.

—Tú mismo dijiste que en esa habitación del club él mencionó tu nombre cuando literalmente se vino después de masturbarse a ambos.

—Pudo haber sido cualquier Elian —se defendió—, de todas formas no me reconoció, se confundió.

—Las probabilidades de que conozca a otra persona parecida físicamente a ti y que se llame igual que tú son a mi parecer, muy bajas —continuó comenzando a cortar mechones de cabello del chico—, mmh, últimamente comienzo a pensar más, la leyenda de poder ser más inteligente si pasas más tiempo con Bryant es real, es el efecto Bryant.

Eli aplastó sus labios en una mueca, tenía razón.

Hace al menos tres días habían sido notificados de parte de Aristeo que finalmente, él y Bryant eran pareja, decir que se emocionaron era poco, estaban felices de ver a sus mejores amigos juntos sabiendo lo mucho que se gustaban con solo verlos.

Jareth conocía a Bryant de una manera algo fría, pero siempre supo reconocer cuando Bryant trabajaba pensando en alguien más, además, O'Donell no lo ocultaba, él sabía que le gustaba Aristeo y siempre lo sostuvo.

Por otra parte, Elian se hallaba feliz de que Aristeo haya dejado el miedo de lado para estar con alguien que había logrado hacerlo así de feliz, era una realidad, Saeli lo había visto salir con chicas, conocer señoritas que le agradaban y gustaban pero nunca lo había visto tan enamorado como con Bryant.

BRYANT ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora