23.- "Encuentro"
Aristeo Hayes
Había disfrutado de mi pie lastimado, al menos en esa semana que no pude caminar bien por culpa de la lesión.
En recompensa, había tenido más frecuente las visitas de O'Donell, cosa que me pareció conveniente, pues lo único que hacíamos era estar aquí, comer, ver películas o series, y él se iba cuando llegaba la noche.Y ni siquiera estaba seguro si en verdad se iba en ese momento de la noche o si se quedaba a dormir y se iba pronto, ya que en todas esas ocasiones, al final me quedo dormido.
Me era imposible mantenerme despierto cuando Bryant estaba a un lado de mi abrazándome, me brindaba una paz inexplicable, una profunda tranquilidad saber que él estaba ahí conmigo, que simplemente mi cuerpo se relajaba y terminaba descansando.
Cuando llegaba la mañana, ya no lo veía, entonces ahí era dónde suponía que se pudo ir cuando yo me quedé dormido, o simplemente se iba muy temprano.
Hoy por desgracia, ya no iba a venir, porque era fin de semana de nuevo, y hoy era cuando las personas iban más a su estudio, me sorprendía la cantidad de gente que comenzaba a querer tatuarse, perforarse o similar, y me parecía interesante que Bryant no se aburriera de eso.
Incluso yo me estaba planteando perforarme de nuevo, el piercing que Bryant me puso hace semanas ya se había curado por completo, y me gustaba tanto que quería otro.
Solo que, no quería molestar a O'Donell con tantas visitas mutuas, no sabía en su totalidad si él era del tipo de persona que disfrutaba de ver a alguien tan seguido, y me esperaba más que no le gustara, por ello prefería no hostigarlo demasiado.
Mi tobillo también estaba mejor, y había tomado la decisión de buscar a mis amigos el día de hoy, me di cuenta que estaba pasando mucho tiempo en su lejanía.
Elian y Cosette no eran de esos amigos que pelean con otros y están detrás de ellos buscando su perdón o rogando por hablar las cosas, o eso, cuando no eran ellos los que empezaron dicha pelea. Debido a eso, no me sorprendía que no se hayan molestado en dejarme algún mensaje o una llamada, y por supuesto que no creía que estuviera mal, sino todo lo contrario, pensaba que estaban en todo su derecho.
Claro que, Cosette no tenía mucho qué ver, pues las cosas sucedieron entre Elian y yo, no obstante, cómo la buena amiga que ella era, también entendía que era mejor apoyar a Elian y reconfortarlo, que estar con él chico que le dijo cosas que no debió.
Así que hoy iba a acabarse ese aislamiento de nuestra parte.
Sabía que lo mejor no era ir al club a buscarlos, pues eso ayudaría a que fueran descubiertos si es que hay personas de la universidad en el club, y por otro lado, yo sabía los callejones a tomar para llegar a los camerinos dónde ellos estaban sin que me vieran.
Pensé en decirle a Bryant que me acompañara, y claro que sigo pensándolo.
Trabajar en ese club era un secreto de Elian y Cosette que pocos sabían, era probable que solo nosotros.
No pensaba contarle alguna vez a Bryant, porque claro que sabía que él sería incapaz de juzgar, delatar, humillar o usarlo en contra.
A pesar de esa seguridad, mis dos amigos me habían pedido con cada gota de su alma que no dijera nada, y yo lo cumplí.De no haber sido por Elian, que en aquel viaje a la playa, en una fogata en la que solo estuvimos nosotros cuatro, él tailandés estaba ebrio, y comenzó a contarle a Bryant anécdotas de su trabajo como bailarines y meseros exóticos en el club gay.
Por supuesto que lo mandamos a dormir después de eso.
Entonces, Bryant ya lo sabía, y en realidad no dijo nada.
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BRYANT ©
JugendliteraturBryant O'Donell es abiertamente gay, es uno de los ejemplares más callados, misteriosos, imponentes. Eso no quita el hecho de sentirse tranquilo ante ello, y no tiene ninguna molestia consigo mismo. Quien sí tiene un problema con aquella orientación...