Bryant O'Donell es abiertamente gay, es uno de los ejemplares más callados, misteriosos, imponentes. Eso no quita el hecho de sentirse tranquilo ante ello, y no tiene ninguna molestia consigo mismo.
Quien sí tiene un problema con aquella orientación...
Este departamento no era compartido por Aristeo o Kaddari, en este solo habitaba el primer chico, el cuál ya estaba muy cómodo en su cama, hoy había sido un buen día, pero ya tenía algo qué hacer más importante.
Ayer creyó que buscaría aerolíneas al estar en casa, pero no, lo olvidó por completo y luego de salir a tomar, lo olvidó aún más.
Hoy por la noche tomó la decisión de empezar a buscar vuelos, estaba emocionado, finalmente volvería y podría ver a... tal vez a Elian y a Dalia. De alguna forma eso lo ponía un poco triste, pues parecía que solo esas dos personas eran las únicas que esperaban su regreso.
Encontró un buen vuelo al cuál aún tenía un lugar dentro de... ¿mañana? Pensó que tardaría más, quizá una semana, pero es sorprendente que alguien haya cancelado a último momento, en su poca experiencia viajando en avión, a veces había personas que cancelaban vuelos y quedaban espacios libres.
Si compraba su boleto ahora, tendría que empacar en estos momentos, despertar temprano para ir al aeropuerto y poder llegar a tiempo para el vuelo. Se podría decir que ayer se despidió de Friedrich y Kaddari, aunque de verdad le hubiera gustado tener más tiempo con ellos.
Lo pensó muchos minutos, en un pasado, Aristeo pudo haber pensado esto por más tiempo y al final no saber qué hacer. Pero ahora mismo era lo contrario, él ya no dudaba de sus decisiones, de sus pensamientos, ahora ya estaba seguro cuando tenía que tomar una decisión.
Por ello, él ya no postergaba sus decisiones, compró el boleto y confirmó el pago en línea. Bien, estaba hecho, Aris se iría a su ciudad mañana.
Debería enviarles un mensaje a sus amigos antes de empezar a empacar, sí, eso.
La primera fue a Kaddari, la cuál solamente podía desearle mucha suerte y prometerle que en algún momento iría a visitarlo. Entre ellos dos no había mucho qué extrañar, pues Kaddari solía ir seguido a aquella ciudad, su trabajo tampoco requería de ir a su empresa, por lo que prefería viajar de vez en cuando a su ciudad natal.
La cosa es que Friedrich no reaccionaría igual con el aviso, porque en definitiva no quería que Aristeo se fuera, parecía que apenas ayer se conocieron, y ahora debían despedirse.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Pobrecito.
Accedió a verlo, después de todo, el aeropuerto no estaba muy lejos. No quería, pero le daría risa si veía llegar a Friedrich en su bicicleta a toda velocidad.
Hayes suspiró, se puso de pie y empezó a empacar muchas cosas, su departamento nunca estuvo repleto de muchos objetos personales, sabía que en algún momento debía irse de aquí.
Puso sus maletas sobre la cama y empezó a meter ropa y todo lo que estuviera fuera suyo, había adquirido un poco más de ropa desde que llegó, así que tuvo que comprar otra maleta hace unos meses.
