Secretos al Aire (14)

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Secretos esconden las paredes

secretos que entre parejas suceden

o cantares que antiguos construyen en las paredes

secretos guarda la puerta

secretos que esconde una relación muerta

Desaparece el zorro del hogar

entran los animales que vienen a jugar

en casa del perro llegan a conversar

pero llegan asustados otros tres al lugar

congelados han de mostrar

el secreto que se esconde ahí detrás

el horrible secreto que han de encontrar

el rojo carmín los ha de paralizar.

Eran ya las 5:45, habían revisado la lasaña poco antes pero no estaba lista, y por el olor que invadía el lugar, esta vez si estaba.

-¿Puedes sacarla tú?- preguntó el castaño intentando ayudarla, a lo cual le llegó una mirada acusadora- solo era una pregunta- se excusó alzando las manos- que caracter niña- rió al final.

-he cocinado toda mi vida y crees que non posso tirare fuori una lasagna dal forno ¡è un insulto!*- la chica al parecer cuando estaba muy nerviosa o cuando se molestaba hablaba en su idioma natal sin notarlo, lo cual a Andrés le parecía tierno.

-Entonces... ¿me explicas qué dijiste?- ella se volteó sin comprender lo que ocurría con la bandeja en las manos.

-No sé de qué hablas- contestó ya más fría como era de costumbre.

-"Non poso tiraré fori"....- la chica lo fulminó por su burda imitación- eeh... más o menos ¿no?

-Claro que no, ni tu acento está bien puesto, ni las letras, además no sé de donde sacaste eso...

-Está bien está bien, ahora afirma eso en una mesa, como lo sigas teniendo en las manos te vas a quemar.

-No tienes que decirme qué hacer...

-Lo sé- endulzó su mirada delicadamente- pero me gusta cuidarte.

La chica se sorprendió por el comentario, tenía la mente dividida a la mitad, por un lado le daba asco que fuera tan dulce y amable, pero por el otro se le aceleraba el corazón cada vez que la miraba así. Dejó la lasaña humeante de caliente en la mesa, sabía lo que tenía que hacer, lo que aquél chico le había pedido, aunque lo ideal era no chocar con sus amigos, no encontrarse con él para evitar sospechas, la negra y el negro gigante tenían muy buenos ojos, así que eran peligrosos para su misión.

-Andrés- dijo mirando al piso con una voz delicada- ¿por qué me rechazaste?...

El moreno quedó perdido, estaba seguro de que ella lo había rechazado a él, no podía equivocarse después de semejantes horribles sentimientos.

-Yo no...

-Hace un rato...- lo interrumpió mientras se acercaba a él- solo quería darte las gracias más... afectuosamente- se había pegado al torso del chico quien volvía a estar rojo completo sin comprender qué ocurría- acaso... ¿no te gusto?...

MaiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora