Maia

La Primera Prueba (33)

El horror comienza
Con campal competencia
Entre gritos y murmullos

algunos pierden la conciencia.

En temas complejos
Tu mente ya piensa

Siguen aquellos ojos
Insinuaciones perversas

Enfoca tus enojos

Hacia quienes las piensan.

Encuentros furtivos
Miradas fugaces
Pensamientos llamativos

Vuelos audaces
Objetos ¿perdidos?
¿Seremos capaces?

Esa noche el frío ya no areciaba como antes, empezaba a subir la temperatura como suele ocurrir al finalizar el invierno, las placas del clima mostraban nubes tenues de color lila por la hora, parecía casi algodon de azucar. Los teléfonos dentro del domo vibraron al mismo tiempo, Melisa se encontraba en ese momento hablando con el director del GIA.

-Tienes un mensaje niña- dijo el hombre con tono despectivo mientras la morena lo ignoraba.

-No es importante- respondió serena- lo importante es el tema de la presentación... ha sacado mi club de las listas... señor- él la miró como si estuviera mirando una basurilla entre sus dedos y bufó cansado.

-He rehecho las listas de los clubs durante días, no voy a hacerlo otra vez- una sonrisa sutil pero repugnante se posaba sobre sus labios torcidos.

-Sé que no va a hacer el trabajo que le corresponde- respondió molesta y sacó un papel de su bolso borrando la sonrisa del hombre- por eso traigo esto.

Mientras observaba el papel con ojos entornados, como si de esa forma pudiera encontrar los errores que buscaba, hacía girar un anillo grueso de oro con una piedra negra en el centro como si su atención dependiera de ello.

-Denegado- dijo finalmente con mirada cansada- estas propuestas deben ser analizada por los profesores a cargo primero y tu club no tiene un profesor a cargo.

-La señora Solomiya dejó escrito que mientras hubieran clubes sin un profesor a cargo bastaba con que el presidente de dicho club más un comité de alumnos y profesores lo aprobara podría presentarse, ahora, como puede ver en el final de la hoja se observan cinco firmas, cuatro del comité y una de la profesora Beatriz, por lo que solo falta la firma del director vigente.

-Puedo verlo- respondió nuevamente entornando los ojos-...denegado- volvió a mostrar su socarrona sonrisa.

-¿Por?

-No tienes espacio para hacer la muestra de tus pinturitas- en el rostro de la morena se podía ver claramente la molestia, estaba harta de ese hombre.

-Desde antes de que nos quitara de la lista planeamos con el comité hacer la presentación en nuestra sala de artes manuales- respondió aún serena pero enfatizando lo ultimo intentando destacar que la pintura no era lo unico que se impartía en su club.

-¿No han tenido problemas con la cerradura ultimamente?- dijo volteandose en su silla dandole la espalda.

-Oh, faltaba más, no se preocupe, yo personalmente abrí la puerta esta mañana- se detuvo un momento analizando la situación- a menos claro que insinue que alguien ingresó más tarde- su teléfono volvió a vibrar.