Discusiones (36)

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Palabras

componense de palabras

emociones, sensaciones

sanciones y discuciones

fuertes golpes emocionales

como la cura de las mismas situaciones.


Dudas descomponen

años de relaciones

pregunta con confianza

antes de que se pierda en matanza

matanza de desconfianza

dudas  acompañadas

dudas solitarias.

Todo se resolvería 

solo con palabras.

Entre sonidos de aves despertó la morena, se encontraba en su habitación, sentía el cuerpo extraño y adolorido, se levantó como pudo de su cama y sintió el hielo de la mañana darle en la espalda, se levantó lentamente y se miró al espejo, llevaba aún la falda del colegio incluso se podía notar que tenía algunas manchas de sangre, llevaba puesta una playera blanca que por el olor y el dibujo simple y minimalista reconoció al instante a quien pertenecía.

-Despertaste- dijo una voz pasiva a su espalda reflejando a su emisor en el espejo.

-Elías...- lo llamó la morena aún sin despertar del todo.

El más pálido tenía en las manos la máscara que la chica usó la noche anterior, ella abrió los ojos como platos, no recordaba como había llegado a su casa o lo que pasó luego de llegar a la enfermería, volvió a mirar al espejo y se acercó viendo su labio roto ya casi curado.

-Tenías esa herida así que aproveché de tratarla junto con tu tobillo- dijo el más alto sonriendo haciendo que la morena lo mirara otra vez.

-Que hiciste... ¿qué?- preguntó volteandose y sintiendo una punzada en el tobillo, estaba segura de que eso lo había hecho el tipo extraño con la máscara de lobo.

-Tratar tus heridas amor- respondió tranquilo- ayer te estuve llamando en la noche pero no respondías, estuve preocupado toda la noche así que hoy decidí venir temprano y te encontré durmiendo sobre la cama, ni siquiera te habías tapado, temí que te resfriaras- dijo sonriendo caminando hacia ella- ¿te sientes mejor?

-Yo...- dió un paso atrás confundida ¿en qué estaba pensando?- claro, estoy bien- respondió evitandole la mirada.

-Claro... asumo que no puedes contar nada- comentó algo dolído- supongo que les prohibieron hablar de qué fue lo que los dejó tan mal heridos ¿no?

-En realidad...

-No te preocupes, no tienes que decirlo amor.

-Pero...

-En serio...- insistió el italiano manteniendo una tranquila sonrisa pero se le notaba de todos modos afectado.

-¿Vas a seguir interrumpiendo o te molesta demasiado dejarme hablar?- dijo ya molesta, desde el ultimo "problema" entre los dos, si se puede llamar así. había estado perdiendo la paciencia con él con facilidad.

MaiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora