Los Abuelos (25)

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Ancianas y ancianos
Que vidas llevan de la mano
Complementanse a diario
Tranquilos señores de años
U otros vívidos como antaño.

Respeto imponen
Memorias cargan
Historias que cuentan
Aunque aveces largas
Admiradas las almas
Oyen sus hallazgos
Atentos escuchan
Hasta que la edad y la elocuencia luchan.

Guían los pasos
Algunos de ellos
De los jóvenes que escaso
Tiempo pasan con ellos.

Bromas y juegos
Tercos y fieros
Sacan risas después del miedo
Así son sus abuelos.

-Yo abro, don valiente- bromeó la morena mientras caminaba hacia la puerta y giraba la manilla- está abier...- un periódico enrrollado golpeandole la cara le cortó la frase.

-¡Abuela ¿Qué haces?!- preguntó Mateo levantándose a ver a la chica que se cubría la desconcertada cara con ambas manos.

-¡Ay mi niña!- dijo la señora avergonzada tomándola de los hombros- lo siento tanto, creí que eras... ¡Este... niño... bruto!- dijo mientras golpeaba con el rollito al canela que se tapaba con el brazo.

-Pero si no... no hice nada- se quejaba el más alto, ya que la señora no medía mas de 1.55.

-Señora no se preocupe- la calmó la morena sonriendo con una línea roja desde la frente hasta el mentón- no estabamos peleando- la señora volteó.

-Ay mi niña, tú puedes llamarme abuela también- le respondió alegre.

-...¿Perdón?- la pelinegra estaba cada vez más extrañada.

-¡Abuela!- saltó Mateo rompiendo su "posición" de defensa- ¡ella no es!

-Ay que no te de vergüenza Adamsito- le contestó apretándole las mejillas- traer a tu primera novia a casa de tus abuelos... ¡E INTENTAR GOLPEARLA!- le pegaba otra vez con el periódico- ¡creí que eras un caballerito!

-¿Traer a quién dijo?- preguntó Melisa mirando a Isidora que aguantaba la risa como podía- eh... hay un mal entendido señora... ¿Señora?...

-Eres... Un... Mal... Educado- le pegaba en la espalda ahora- con una niña... Tan bonita... Y comportándote... Como un... ¡Bruto!- se detuvo al fin.

-Abuela... Si a mi no me gustan las morenas- dijo intentando hacerla entender.

-Eso mismo señora- apoyó la morena- a él le gustan las blancas, castañas, bajitas y que se llamen Sofía.

Esta vez la menor no pudo contenerse más y comenzó a reír a carcajadas después de ver la cara de su hermano mirando a la pelinegra que reía también.

-Oh... ¿Entonces no eres su novia?- preguntó incrédula acercándose al rostro de la chica que instintivamente movió una ceja por incomodidad.

-...No... Es lo... que intentamos decirle todo el tiempo- rió nerviosa alejándose sin ser descortés- además, su nieto es muy caballeroso, no creo que se haya merecido los golpes...

-Pero... ¿No estaban peleando?- volvió a preguntar acercándose más.

-Eh...- esta vez se le leía en la cara que le incomodaba lo cerca que estaba.

-Nop, no estábamos peleando abuela, deberías pegarle a la Isi por decirte algo que no fue- se quejó el más alto mirando a su hermana que le sacaba la lengua.

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