Vivo aquí
Soy de allá
Mi alma se divide a la mitad
Allá están los míos
Aquí los voy a encontrar
De dos familias me armo
Nunca estoy en soledad.Las tuercas avanzan
La historia se gira
Palabras alcanzan
Estamos en la mira.El tiempo se acerca
De la esperada venida
Llegará la propuesta
Quizás muy temida,
Gritos de protestas
Sonidos de guerrilla
Todo lo observa
Desde su escritorio y su silla.Eventos se acercan
Pedidos de auxilio
Lágrimas inexpertas
Volverán a la caída
¿Quién llorá allá escondida?
Se cierra inconclusa
Esta prosa pérdida.Ya era de mañana, las mañanas del sábado siempre eran las más relajadas para Sofía, podía levantarse un poco más tarde y cada vez que despertaba se encontraba con sus amigos, aunque esta vez fue un poco diferente; se encontraba en la sala de estar acostada en el sofá. Su casa era estilo moderno, tenía un gran ventanal en la entrada a los lados de la puerta que iluminaban el lugar, para estar entrando a invierno ese día había mucha luz, directo desde la sala había un pasillo que llevaba a la cocina, en el pasillo no había nada más que unas ventanas oscuras que daban hacia afuera, al llegar a la cocina, una isla marcaba el centro del lugar para usarlo como comedor, estaba todo decorado con blancos grises y burdeos. Al espabilar un poco luego del reparador sueño que había tenido se incorporó en el sofá y buscó con la vista a la persona que le faltaba, no recordaba haberse tapado durante la noche, así que probablemente él fue quien la cuidó.
-Ya despertaste- saludó amablemente con una bandeja en las manos y un paño de cocina en el hombro.
-Buenos días Mateo- saludó de vuelta la chica con una sonrisa y voz adormilada.
-¿Dormiste bien?- preguntó mientras posaba la bandeja en la mesa de centro.
-Sip, dormí excelente- contestó sonriendo dulce.
Esa sonrisa que tanto amaban todos, que ya se había perdido durante el trágico año en que Matías mostró sus verdaderos colores... Mateo extendió su mano suavemente y le acarició la cabeza con cariño mientras sonreía.
-Me alegro que hayas descansado- la chica se sonrojó levemente, pero disfrutó del cariño sin avergonzarse- anoche cuando me dijiste que subiera a buscar las colchonetas y algo de ropa de cama la verdad demoré mucho, lo lamento, cuando volví ya estabas dormida.
-Ah... eso es mi culpa entonces, lo lamento- se disculpó con algo de pena- se supone que yo iba a estar despierta para escuchar cuando llegara Cris porque el timbre está roto.
-No te preocupes por eso pequeña- le llamó la atención mientras le extendía un trozo de pan tostado y una taza de té- estuve despierto un rato esperándolo, cuando ya no llegaba lo llamé y resulta que había decidido irse a su casa solo- rió con las mejillas algo encendidas- estuvo jugando hasta tarde con el hermano de Christi.
-¿Irse a su casa?- exclamó un poco exaltada- ¿acaso es tonto? quedamos en que nadie iba a pasar la noche sólo, es peligroso con ese maniático suelto- se notaba molesta, pero no se podía distinguir del todo por sus mejillas como las de un hámster llenas de pan.
-Se... de hecho...- en su mente debatían las ideas de si debería contarle o no lo ocurrido anoche con Andrés y Maril o lo de Cris y Christi- supongo que solo no quiso.
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Maia
Romance(historia en constante edición) Sofía es una chica muy alegre y radiante, todo su brillo se apaga gracias a su primer novio que era un cretino, Matías. Ella tiene amigos muy cercanos, su mejor amiga Melisa, su mejor amigo Andrés, y luego venían Mate...