Amistades fuertes
relaciones principiantes
inseguridades latentes
celos nacientes
Confío en tu "te amo"
amo que me ames
y amo amarte
más temo también perderte.
-Te ves preocupado- dijo la castaña mientras se acurrucaba en su cama al lado del canela que miraba hacia arriba.
-Lo estoy... la Mel me dijo algunas cosas un poco...- Sofi frunció el entrecejo- complejas.
-¿Qué te dijo?- preguntó ignorarando sus sentimientos.
-...no sé si pueda contartelo o no entonces...
-Claro que puedes- lo interrumpió- soy su mejor amiga, lo que te diga me lo va a decir a mi también, seguro que ya lo sé y te puedo ayudar con tu preocupación.
-...Supongo que tienes razón- realmente no quería decirle pero tampoco quería contradecirla cuando aún estaba sensible- ella le pidió un tiempo a Elías...- omitió toda la información que pudo.
-No te creo...- la chica se sentó en la cama y lo miró desde arriba- ... no me dijo nada... cuando le pides un tiempo a alguien es... porque otra persona empezó a atraerte...
-Este no es el caso... ella solo quiere tiempo para pensar tranquilamente sin que sus sentimientos interfieran- el canela la miró- ¿todo bien?
-¿Por qué te dijo eso y no a mi?- preguntó frunciendo el ceño y el más alto suspiró y le acarició la cabeza con cuidado.
-Ese día le pedí que nos fueramos juntos- una pequeña punzada la atacó- y ocurrió su discusión, yo solo fui su primera vía de escape- otra- no es que no confíe en ti- sabía que no le gustaba contar sus problemas a Sofía, ya que ella siempre tenía bastantes como para hacer que se preocupara por otra cosa, a él mismo le había costado golpes hacerla hablar.
-Yo... no me siento muy bien- dijo acostandose y dandole la espalda.
-¿Qué tienes peque?- preguntó levantandose él moviendole el cabello que le cubría el rostro.
-No es nada... solo algo me molesta- respondió con las manos sobre su pecho y mordiendo su labio.
-Vamos... si algo te molesta deberíamos hablarlo- le acarició el cabello con cuidado intentando que se soltara un poco.
Ella se volteó y lo miró directo a los ojos desde abajo, con aquellos redondos ojos castaños que parecían gritar ternura a kilometros.
-¿Tú me amas?- preguntó dulcemente acelerandole el corazón al mayor y haciendolo sonreír.
-Claro que te amo, te amo tanto que vengo cada noche a hacerte compañía como ahora para que puedas descansar, me vuelvo el guardian de tus sueños porque te amo, limpio tus lágrimas para que nadie más las vea como lo prometí... - la chica abrió un poco más los ojos y se abrazó al torso de Mateo.
-Me alegra que me ames- su corazón se calmó luego de ese recordatorio y el chico se recostó a su lado- yo también te amo... aunque le tema aún al amor... aunque no pueda hacer nada por mi cuenta... aunque aveces sienta que te consumo demasiado... estoy felíz de amarte- él le sonrió acariciandole la mejilla dulcemente con el pulgar.
-No te preocupes por tenerme contigo, me encanta estar aquí- le besó la frente con ternura- es mi decisión amarte y es mi decisión cuidarte- la menor se acurrucó contra su pecho casi escondiendo su cabeza en su cuello, al estar acostados la altura perdía protagonismo.
Con sus delicadas piernas rozó las del mayor que sintió un calor subirle por la espalda, la respiración la chica le acariciaba el cuello y una parte del pecho, maldecía gran parte de su naturaleza en ese momento pero intentó desviar su mente abrazandola con cuidado desde los hombros, pegarla más a él no fue la mejor de sus ideas en realidad, el calor palpitante en su pecho fue en aumento y los cosquilleos en el abdomen lo hacían sentir una agobiante falta de aire.
-Mateo... ¿qué es lo más dificil de hacer por mi culpa?- se alegró de haber iniciado una conversación, esperaba relajarse un poco.
-No haces las cosas dificiles realmente preciosa- era todo un mentiroso, eso mismo estaba siendo ciertamente dificil- aunque... si hay una cosa- la chica alzó la mirada y pudo ver sus preciosos ojos, sus preciosos labios como una invitación insinuante, realmente hacía calor- es dificil sujetar mi cuerpo- respondió con una sonrisa con los ojos entrecerrados.
-¿Y por qué lo sostienes?- preguntó inocentemente la chica apoyando sus manos en el pecho del más alto que rió bajando la cabeza antes de responder.
-Porque aún no puedo hacerte nada- le acarició la cabeza y se recostó de espaldas para bajar la tensión.
Sofi se incorporó y puso sus brazos a ambos lados de la almohada del canela que la miró sorprendido, podía ver su precioso cabello cayendo por los costados de su bello y blanco rostro, como una preciosa piel de porcelana.
-¿Por qué no puedes hacerme nada?- preguntó acercandose a sus labios.
-Yo...- iba a perder la cabeza si las cosas seguían así- quiero que... estés deacuerdo...
-¿Y estoy en contra?- le susurró sobre los labios sintiendo.
-¿Crees que es... realmente el mejor momento?- preguntó sin poder quitarle la vista de los labios, podía sentir como se presionaba su pecho contra el propio, no podía pensar con claridad.
-Creo que... siempre se puede... avanzar sin... llegar demasiado lejos- tenía el rostro sonrojado pero simplemente tuvo que acercarse un poco más y dio un tierno beso sobre los labios del mayor que ni siquiera alcanzó a reaccionar- pero entiendo lo que dices- se recostó dandole la espalda- es hora de dormir.
Diversos actos de confianza
palabras tomadas a balanza
preocupaciones y situaciones
escapes tras provocaciones
¿real es la inocencia
que simbolizaba tu presencia?

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Maia
Romance(historia en constante edición) Sofía es una chica muy alegre y radiante, todo su brillo se apaga gracias a su primer novio que era un cretino, Matías. Ella tiene amigos muy cercanos, su mejor amiga Melisa, su mejor amigo Andrés, y luego venían Mate...