Ir a la cafetería donde trabajaba Ted se había convertido en una costumbre. A veces, Oliver lo visitaba antes de marcharse a casa. Otras veces, toda la banda pasaba a tomar algo y Oli aprovechaba para saludarle.
Ese era uno de esos días.
Ela y el resto del grupo se sentaron en una mesa algo apartada después de pedir, pero Hugo y Oli se quedaron en la barra mirando a Ted trabajar.
— ¿Puedes ponerme extra de nata? — preguntó Hugo mientras veía a su mejor amigo preparar los cafés.
Ted sonrió y se dio la vuelta para mirarle. Hugo le miraba de vuelta con ojos de cachorrito.
— Si pagas extra, sí.
Hugo puso un puchero, pero rápidamente sonrió de nuevo. Ted negó con la cabeza.
— Yo invito — dijo de repente Oliver.
Los otros dos le miraron sorprendidos. Hugo, que le miraba con los ojos abiertos como platos, sonrió de oreja a oreja. Oli tenía las mejillas algo rojas. Ted no dijo nada mientras les miraba.
— ¿De verdad? — Oli asintió sonriente —. ¡Gracias tío, te debo una!
Hugo rodeó los hombros de Oliver mientras sonreía, haciendo que el chico de ojos grandes abriera los ojos de par en par. Ted carraspeó y volvió a ponerse con las bebidas.
— Podéis ir a la mesa, ahora os lo traeré todo.
Hugo se marchó dando pequeños saltitos hacia la mesa donde estaban sus amigos. Oliver, en cambio, permaneció quieto en el sitio mientras miraba a Ted maniobrar la cafetera con prisa. Cuando el chico de pelo revuelto se dio la vuelta, ambos se miraron en silencio por un instante.
— Hola — rió Ted algo nervioso —. ¿Quieres algo más?
— ¿Quieres venir a mi casa este sábado? Para estudiar.
Ted frunció los labios y asintió lentamente con la cabeza. Después de poner extra de nata en el café de Hugo, le acercó la bandeja con todos los pedidos.
— Vale, ¿vendrás a buscarme al trabajo?
Oli sonrió, haciendo que sus mejillas se hinchasen un poco.
— Sí, como siempre.
Ambos sonrieron mientras Oliver se marchaba hacia la mesa donde estaban sus amigos. Ela y Hugo habían empezado a hacer un pulso en el centro de la mesa mientras los otros les animaban. Oliver se sentó al lado de Hugo, dejando la bandeja en la mesa, y sonrió nervioso al notar su rodilla rozar con la del moreno. Todos los presentes se lanzaron a coger sus bebidas y siguieron hablando.
Oliver decidió no participar mucho en la conversación. Decidió escuchar a sus amigos mientras se fijaba en Hugo. Su piel morena brillaba de un color acaramelado bajo la luz del local, y cada vez que hablaba dos hoyuelos aparecían en las comisuras de sus labios. De vez en cuando, Hugo se lamía el labio inferior cuando llevaba mucho tiempo hablando.
— ¡Ted! — escuchó la voz de una mujer.
Oli fue el único que se dio la vuelta al escuchar el nombre. Una mujer levemente mayor que ellos se había acercado a Ted con una sonrisa. Juzgando por su atuendo, era una compañera del trabajo. Oliver permaneció en silencio mientras les veía hablando y riendo. Tras un par de minutos, la chica revolvió el pelo de Ted y desapareció dentro de la zona de trabajadores. Cuando Ted se dio la vuelta para volver al trabajo, Oli vio que sonreía de oreja a oreja.
Cuando sus ojos se encontraron, ambos apartaron la mirada de golpe y Oliver volvió a fijar su mirada en Hugo. De repente, su piel ya no brillaba tanto bajo las luces de la cafetería.
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Gay Short Stories
Short StoryHistorias cortas LGBT de pocos capítulos. Se pueden leer desordenadas💛 Advertencia: este libro está lleno de clichés!!😂✨ Espero que os gusten👑 (Estas historias no son hot ni buscan sexualizar las relaciones lgbt. Son historias cortas con diferent...