#5🍰

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Cuando Tyler entró en su habitación, Aiden ya estaba llorando. El primero no necesitó ni un segundo para darse cuenta de lo que estaba pasando.

- Aiden . . . - murmuró.

Cuando se dio la vuelta y vio a Tyler, Aiden sintió su sangre hervir de la rabia. Cuando le vio de pie en la puerta, lo imaginó en su habitación riéndose a carcajadas mientras leía las notas y se las enseñaba a sus amigos. Podía imaginarse la risa de toda la clase, las miradas en los pasillos. Tyler había conseguido bajar su guardia, hacerle creer que tenía un amigo. En tan solo unas semanas, las falsas notas de Tyler se habían convertido en lo que Aiden más amaba de ir al instituto.

- ¿Por qué? - fue lo primero que pudo decir -. ¿Qué te he hecho?

- No es lo que crees, deja que te lo explique - dijo Tyler acercándose a él.

Aiden se apartó deprisa, sus lágrimas tapándole gran parte de la visión. Cuando pudo calmar lo suficiente su respiración, volvió a hablar.

- Has estado burlándote de mí todo este tiempo. . .

- No, yo-

- Te odio. Eres una persona horrible. Te odio. . .

Tyler no dijo nada, así que Aiden salió de su habitación y se fue corriendo a su casa. Cuando se estiró en su cama con la cara aplastada contra la almohada, Aiden se alivió al saber que todavía tenía un día entero para hacerse a la idea de todo lo que había ocurrido antes de volver a clase el Lunes.

Cogió el móvil y marcó el número de Camila.

- ¿Qué?

- Cami. . .

- Ya voy. Llego en cinco minutos.

Camila cortó la llamada y Aiden se estiró en la cama de nuevo. Pasados un par de minutos, Camila entró en la habitación y se sentó a su lado.

- ¿Es este el momento en el que tengo que decir "te lo dije"?

- En teoría, sí.

- Bueno, no lo diré.

Aiden soltó una corta carcajada y se sorbió los mocos de la nariz. Camila le dio un pañuelo.

- Era Tyler - dijo Aiden, sintiendo una punzada en el estómago al decirlo -. Todo este tiempo había sido él.

Camila no dijo nada, solamente se estiró a su lado y lo abrazó con sus delgados brazos. Aiden cerró los ojos y dejó que las lágrimas salieran por ellos hasta que no tuvo fuerzas para seguir llorando.

Por primera vez, Aiden había sentido que conectaba con alguien. Era la primera vez que reconocía querer a alguien, y saber que todo había sido una broma de mal gusto le revolvía el interior.

- ¿Estás cabreado? - preguntó Camila cuando hubo silencio en la habitación.

- Cabreado es poco.

- Bien - sonrió -, porque tengo una idea.

🍞🍞🍞

Cuando Aiden entró por la puerta del instituto el lunes por la mañana, se esperó escuchar carcajadas por todas partes, dedos que lo señalaran y miradas burlonas a su alrededor. Sin embargo, todo seguía igual. Todo el mundo parecía seguir ignorando su existencia.

Excepto Michael.

- Eh, Gayden - lo llamó mientras le enseñaba una de sus risas burlonas.

- ¿Qué quieres?

Michael se detuvo un momento, extrañado, antes de volver a sonreír.

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