Gay Short Stories

🌞 - 1

Will
3 horas antes de cerrar

Cuando abro la puerta doble del gimnasio, Jenna y los demás me miran antes de soltar un suspiro de alivio.

— Por fin — murmura Jenna mientras se acerca a mí a paso rápido. Doy un salto al ver que me coge del brazo con fuerza —. Rescátame de este sitio, por favor. Los de primero no tienen ni idea de cómo hacer guirnaldas de papel y me están volviendo loca.

Suelto una risa y miro a mi alrededor. Jenna y yo estamos a cargo de organizar y decorar el baile de final de curso, y ella está obsesionada con que salga perfecto.

Yo también tengo ganas de que salga bien, pero ni siquiera es nuestro último año de instituto. Es un baile de fin de curso sin más.

Jenna me lleva con prisa hasta el centro del gimnasio, donde alguien ha preparado un par de mesas con un montón de decoraciones desperdigadas por todas partes. Tras coger un par de papeles de colores y unas tijeras, me las ofrece. Al cogerlas, dos chicas de primero lo toman como su señal para marcharse.

— ¡Eh! ¿Dónde váis? — dice Jenna al ver que intentan escaquearse, pero las chicas ya están corriendo entre risas hacia la salida —. La madre que- ¡No hemos terminado, eh!

Me siento en una silla sin poder evitar reírme y Jenna me mira con el ceño fruncido.

— No te rías — me dice, pero veo que una sonrisa aparece en su rostro mientras se sienta a mi lado —. Bueno, de todos modos no tenían ni idea de lo que estaban haciendo.

Sonrió negando con la cabeza y me pongo a recortar los papeles para hacer las decoraciones. El tema ganador para el baile fue "Fiesta en Ibiza", así que prácticamente todas las decoraciones son de color blanco. Hecho que agradezco; organizar y diseñar todo el gimnasio habría sido un dolor de cabeza extra con colores.

— ¿Por qué has llegado tarde? — me dice Jenna mientras empieza a colgar conchas de papel por una de las paredes.

Suelto un suspiro.

— Me ha tocado recoger los pinceles y caballetes. Y la chica que tenía que ayudarme se ha escaqueado así que he tardado más.

Jenna se rió sin gracia.

— ¿Por qué siempre lo acabamos haciendo todo tú y yo?

— Bueno, por algo somos los presidentes estudiantiles — digo encogiéndome de hombros.

— Exacto, presidentes. No criados.

Jenna niega con la cabeza y quita un par de conchas de la pared, descontenta con el resultado, antes de ponerlas en otro sitio.

— Hace una hora igual — continua —. Han venido los del equipo de baloncesto quejándose de que sin gimnasio no pueden entrenar. ¿Yo que culpa tengo?

— Bueno — digo cogiendo un par de conchas para ayudarla a colocarlas —. Piensa que estarán entrenando en el campo exterior, y está hecho una mierda.

— Ya, pero el baile siempre se ha hecho aquí, y no es mi trabajo explicarlo — suspira —. Ni siquiera los profesores hacen su trabajo, de verdad que-

— Jenna — la interrumpo —. Tranquila. Aún queda una semana.

Ella suspira y asiente con una sonrisa triste. Siempre ha sido algo exagerada, pero tampoco la culpo; ocuparse de todo además de ser estudiante es bastante estresante.