Cuando me desperté, lo último que esperé encontrarme fue a Cameron rodeándome con sus brazos mientras dormía. Me quedé quieto unos segundos, mirando como sus labios se entreabrían y su pecho subía y bajaba.
La puerta de la habitación estaba cerrada y los dos compañeros de Cam no habían vuelto. Intenté moverme poco a poco para no despertarle porque, si lo hacía, no sabría qué decirle. Cogí el primer móvil que encontré y miré la hora; las tres de la madrugada.
Me restregué una mano por la cara y suspiré, recordando todo lo que había pasado hacía pocas horas. Cameron y yo, besándonos, tocándonos, en esta misma cama. Se me ponían los pelos de punta solo de pensarlo.
— Noah. . .
Mi cuerpo se tensó al instante, pero me relajé al ver que Cameron seguía dormido. Intenté soltarme de su agarre, pero no lo logré. Fue entonces cuando me di cuenta de que ambos estábamos en ropa interior. Suspiré.
En apenas dos meses, nuestra relación había cambiado drásticamente. Aunque, a decir verdad, tampoco estaba muy seguro de que la palabra relación fuese la adecuada. Cameron seguía siendo mi rival, una persona que me ponía de los nervios cuando abría la boca y soltaba alguna de sus gilipolleces. . . Pero algo había cambiado. Me gustaba besarle, por algún motivo, y parte de mí no se atrevía a querer saber por qué.
Cameron volvió a murmurar algo, cortando mis pensamientos. Me fijé en una peca que tenía justo debajo del labio. La acaricié.
— Pensaba que te habrías ido — dijo, haciendo que diera un salto del susto.
Cameron entreabrió los ojos y me miró, todavía algo dormido. Desvié la mirada.
— Tampoco es que me hayas dado mucha opción — dije mirando sus brazos alrededor de mi cuerpo.
Cam sonrió y me soltó. No pude evitar poner una mueca.
— Ya puedes irte, si quieres.
No dije nada, pero tampoco me moví. Cameron se acercó un poco más a mí y empezó a acariciar mi brazo. Los dos permanecimos en silencio, y yo cerré los ojos al sentir el tacto de sus dedos.
— Tenemos que hablar — susurró —, sobre todo esto.
— No quiero.
— ¿Por qué?
— Porque siempre que hablamos acabamos peleando — susurré con una sonrisa.
Cameron soltó una risita y yo abrí los ojos.
— Sé que no será fácil — dijo, todavía susurrando — porque eres como un grano en el culo, pero creo que deberíamos intentar llevarnos bien.
Ambos nos reímos. Asentí con la cabeza y volvió el silencio. Cameron seguía acariciando mi brazo.
— Además. . . — continuó —. Escuché que Leah decía algo de una beca. No quiero que te la quiten por mi culpa.
— No creo que me la quiten de todos modos, tengo unas notas impecables — dije sonriendo con maldad —. No como otros.
Cameron puso los ojos en blanco y dejó de acariciarme.
— No empieces — murmuró, pero pude ver que sonreía.
Entonces dejó de hacerlo, y pude ver que estaba dudando sobre añadir algo más.
— Y. . . No quiero pelearme más contigo, no me gusta.
Me erguí sobre la cama y me senté con las piernas cruzadas. Cam hizo lo mismo, pero no se atrevió a mirarme. Aproveché para darle una mirada rápida a su cuerpo.

ESTÁS LEYENDO
Gay Short Stories
Short StoryHistorias cortas LGBT de pocos capítulos. Se pueden leer desordenadas💛 Advertencia: este libro está lleno de clichés!!😂✨ Espero que os gusten👑 (Estas historias no son hot ni buscan sexualizar las relaciones lgbt. Son historias cortas con diferent...