Historias cortas LGBT de pocos capítulos. Se pueden leer desordenadas💛
Advertencia: este libro está lleno de clichés!!😂✨
Espero que os gusten👑
(Estas historias no son hot ni buscan sexualizar las relaciones lgbt. Son historias cortas con diferent...
Antes de empezar quiero dar una noticia! ¡Los tres primeros capítulos de esta historia ya están disponibles en Webtoon en formato cómic!
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Para leerlo (totalmente gratis) hay dos maneras de hacerlo.
1. En el móvil. Descargarse la aplicación gratuita WEBTOON y buscar en la 🔍 mi historia llamada "Thanks to you".
2. En el ordenador. Ir a Google o cualquier buscador que uséis e ir a la página web de WEBTOON. (www.webtoon.com) y buscar en la lupa🔍 mi historia "Thanks to you".
¡Y voy a pediros un favor! Éste cómic lo presentaré a un concurso de historias cortas de Webtoon.
Todas las lecturas, votos y comentarios ayudan mucho. Así que os lo agradeceré de todo corazón si le dais al ❤️ que hay en cada capítulo, comentáis y/o compartís mi comic con vuestrxs amigx.
Muchísimas gracias. Lamento todo este papelón haha. Ya podéis leer el segundo capítulo :)
______
Capítulo 2 | Vamos a aprovecharlos al máximo
Seguí a Riley por el pasillo. Ella parecía ir cada vez más deprisa, y podía ver de reojo que estaba muy emocionada, nerviosa. Tras un minuto, Riley abrió una puerta de metal que chirrió al instante.
— Los profesores nos dejan esta sala para practicar — dijo mientras me hacía entrar —. Está un poco abandonada.
La salita era pequeña, pero lo suficientemente grande como para que cupieran un teclado, una batería y algunas guitarras. Sentados en una esquina, Anna y Max me miraban.
Ya sabía quienes eran, pero dejé que Riley me los presentase.
— Estos son los dos que tocarán con nosotras — dijo poniéndose entre ellos —. Ella es Anna, toca el bajo.
Señaló a la chica de pelo corto y rojo chillón. Los tres tenían un año más que yo, pero ella era la más bajita de los cuatro. Le dediqué una sonrisa tímida, pero ella no me la devolvió. Desvié mi mirada al suelo.
— Y él es Max — dijo señalando al chico —. Es buenísimo con la batería, está en una banda de verdad fuera del instituto.
— Encantado, Zoe — dijo, y yo le miré sintiéndome más relajada.
Al hacerlo, me di cuenta de que tenía el ojo izquierdo azul y el derecho marrón. Al darme cuenta de que me había quedado empanada mirando sus ojos, carraspeé avergonzada.
