Ambitious || KookMin

38. Deshonra

“Esa mujer fue mi amiga
Maldito sea aquel día
Robó lo que más quería
Y todo por ambición
Yo sé que ella es tan bonita
Que hasta parece bendita
Pero es un ángel caído
Ella es una maldición”

Esa Hembra Es Mala – Gloria Trevi

Mientras los días pasaban, Jimin y Jungkook se enfrentaban en el juicio por el dinero de su matrimonio. Obviamente todo iba en contra de Jimin, porque sus infidelidades le quitaban ventajas, pero él no estaba dispuesto a rendirse.

El caso de divorcio entre Park Jimin y Jeon Jungkook era la noticia más controversial y discutida del momento en el mundo de la élite y el espectáculo de Corea del Sur. Aparte de sus familias, sus amigos y los involucrados en el proceso del divorcio, nadie más sabía sobre las verdaderas razones de haber llegado a la destrucción de su matrimonio.

Era demasiado complicado para Jungkook y Jimin estar enfrentándose con sus miradas en medio de las audiencias. No sabían si podrían seguir esa guerra sin salir ilesos del corazón.

Jungkook podría estarse haciendo el fuerte y fingiendo sonrisas delante de su familia para no preocuparles, pero cada noche le lloraba a Jimin. Varias de esas noches, se encerraba en la soledad de su habitación, bebiendo vino tinto para ahogar sus penas del sufrimiento de ese desamor.

Asfixiándose en ese dolor, lloró todas las noches sin parar. Nunca se había sentido tan solo, porque la vida le estaba diciendo a gritos que nunca tuvo y nunca perdió a Jimin. Toda su supuesta historia de amor llegaba a su final sin tener principio real.

Jimin no era la excepción a ese sufrimiento amoroso. Podría besar labios y acariciar manos de otro hombre, pero los latidos de su corazón le recordaban a Jeon Jungkook. Irónicamente, tanto no quiso enamorarse de él por querer tener el control de sus sentimientos, pero el corazón le engañó yendo en su contra de sus propias convicciones. Aún con todo ese dolor punzante en su corazón, se arriesgó a perder el amor verdadero por dinero.

Quizás necesitaba el escarmiento más fuerte para reflexionar su actitud dañina, porque ya había sobrepasado todos los límites. Había seducido hombres por dinero, había pasado por encima de los sentimientos de Taehyung y Jungkook, había traicionado a Joohyun y Sunhee, pero lo peor era haber negado a su padre frente a la prensa sin importarle su cariño.

Mientras tanto, era feliz con Namjoon consintiéndole todos sus deseos materiales. Aplicando su modus operandi para manejar a hombres millonarios, le manipulaba a su capricho con besos dulces y caricias tiernas, seduciéndole más con ese amor falso.

Hasta logró su más deseado propósito.

Ese día, Namjoon organizó la primera cena romántica entre ellos. Jimin aceptó con su sonrisa falsa, pero esa sonrisa fue de pura malicia al enterarse de la razón de esa cena.

—Minnie, nuestro amor no se dio de la manera correcta, pero te amo demasiado. Amor, cásate conmigo —propuso Namjoon, poniéndose de rodillas ante Jimin—. ¿Aceptas casarte conmigo?

A diferencia de cuando Jungkook le propuso matrimonio y no se sintió culpable por Taehyung, esa vez sí sintió la culpa dominar su corazón. Era su consciencia gritándole el nombre de su verdadero amor, pero su obsesión por el dinero estaba siendo su obstáculo.

—Sí, acepto casarme contigo, Joonnie —respondió sin vacilaciones.

Namjoon veneró ese compromiso, entregándole el anillo de diamantes puros y brillantes. Finalmente, había caído totalmente a los pies de Jimin. Ese ángel endemoniado le hacía caer en sus encantos más malditos, fingiendo entregarle por completo su vida para hacerlo feliz, pero todo eso era pura mentira.