40. Adiós

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“No es tu culpa que yo arruine todo
Y no es tu culpa que no pueda ser lo que necesitas
Los ángeles como tú no pueden volar conmigo al infierno
Soy todo lo que dijeron que sería”

Angels Like You – Miley Cyrus

Además de su consciencia castigándole, quería cumplir su promesa de renunciar por completo al dinero. Era complicado salir de ese círculo vicioso, más cuando su ambición llegó demasiado lejos. Nadie le advirtió de cuán difícil sería eso para él, pero estaba haciendo el intento.

Cometió tantos errores por ambición, haciendo daño y causando sufrimiento, sobrepasando todos los límites. Mientras los días pasaban lentamente y dolorosamente, se autoanalizó reflexionando su actitud.

No podía culpar a las muertes de su madre y de su hermano, pero admitió que ellos fueron su detonante para su ambición. Toda causa tenía su efecto. Al perder a su hermano menor, se dejó encandilar por la ambición dulce y amenazante. Nunca vio el peligro de sus propias acciones, hasta llegar a su verdadero límite.

Hasta se sintió trastornado por haber hecho tantas maldades, viéndose como el villano más cruel, pero no lo era. Era la culpa y el remordimiento haciendo presencia en cada parte de su alma. Al menos, le puso el límite a su ambición, antes de convertirse en lo peor.

Si quería hacer lo correcto, empezaría con esas joyas demasiado valiosas que Namjoon le había regalado. Sobre todo, el diamante rosado, cotizado en noventa millones de dólares.

Entonces, decidió reunirse con su ex amante, pero esperaba no pelear con él. No podía prever cómo sería su reacción, tomando en cuenta lo ocurrido hace días.

...

—Señor Kim, tiene visitas —anunció la empleada.

Namjoon se encontraba trabajando en los informes de su empresa. Dejó de lado su labor para atender a su empleada.

—¿Quién es?

Ella quiso responder a su jefe, pero Jimin hizo presencia detrás de ella.

—Soy yo, Namjoon —respondió.

Namjoon endureció su mandíbula, enfadado, haciendo notar su orgullo herido.

—Déjanos a solas —le ordenó a su empleada. Ella hizo una reverencia y se dio la vuelta para dejarlos a solas—. ¿A qué viniste, Jimin? —insistió saber.

Jimin se acercó a él, decidido a enfrentarlo.

—Vine para devolverte todas las joyas demasiado valiosas que me regalaste. Yo no las quiero tener.

—¿Qué? —preguntó Namjoon con incredulidad.

—Sí, lo que escuchaste —dijo Jimin, descolgándose la mochila de sus hombros—. Acá están todas las joyas, también el diamante rosado. El auto te lo devuelvo igualmente.

Namjoon se sintió más humillado, preguntándose qué mierda ocurría con la mente de Jimin, si el dinero era lo único importante para él.

—No entiendo nada, Jimin. Te acercaste a mí por dinero, pasando por encima de todo y de todos —le reprochó—. Si ya lograste cumplir tus deseos, ¿por qué vas a renunciar a lo único que te interesa en la vida?

Ambitious || KookMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora