Ambitious || KookMin

39. Metamorfosis

“Atrapado en una mentira
Encuentren a la parte de mí que era inocente
No puedo escapar de esta mentira
Devuélvanme mi sonrisa
Atrapado en una mentira
Libérenme de este infierno
No puedo escapar de este sufrimiento
Salven a mí yo que está siendo castigado”

Lie – Jimin

No podía con tanto dolor en su corazón, rompiéndose poco a poco. Aunque nadie cambiaba de la noche a la mañana, Jimin estaba realizando paso a paso su proceso de arrepentimiento. Por supuesto, no era fácil empezar a deshacerse de todo lo importante para él. Quiso dinero, prestigio y fama, pero todo eso dejó de tener sentido en su vida tras perder el cariño de todos.

A pesar de continuar su romance con Namjoon en los siguientes días, Jimin lloraba sin parar por las noches, recordando en como su familia le dio la espalda. Cada noche se iba a pasear por el jardín de la mansión para mirar el cielo estrellado, intentando calmar su sufrimiento, pero le era imposible.

Hablaba con la luna y las estrellas, deseando comunicarse con su hermano y su madre para encontrar consuelo. Nunca se sintió así de perdido y solo, atormentándose a sí mismo con el recuerdo de sus errores.

—Mamá, nadie me quiere escuchar. Ahora todos me están dando la espalda. Estoy solo, muy solo —dijo en sollozos rotos—. Yo solamente quise era salir de la miseria, pero me perdí por mi ambición desmedida. No sé cómo recuperaré a mi papá y a mi tía, pero más el amor de Jungkook. Amo perdidamente a Jeon Jungkook. Guíame desde el cielo, mamá —le invocó con la voz entrecortada—. Jihyun, dame las fuerzas necesarias para no dejarme llevar por la desesperación y la tristeza. Ayúdenme, por favor.

Comenzó a comprender la importancia del amor por encima del dinero, cediéndole a la culpa atormentar a su corazón. Había perdido todo, dejándole completamente a solas. El dinero no le servía de nada, si pasó por encima de los sentimientos de todos los que le amaron alguna vez.

Esa noche dio el primer paso para desprenderse de su ambición. No era fácil salir de ese círculo vicioso, pero era el comienzo para hacer lo correcto y no hacer más daño.

Antes de dirigirse a la oficina de Namjoon, se secó las lágrimas y tomó toda la valentía del mundo. Cuando ingresó a su oficina, Namjoon le brindó su típica sonrisa acompañada de sus hoyuelos.

—Iba justamente a buscarte, cariño —dijo, levantándose de su silla para caminar hacia su amante—. Quisiera hablar contigo sobre el porqué te veo tan triste estos días.

Jimin evitó la cercanía de sus rostros, colocando sus manos en los brazos de Namjoon.

—Namjoon, debemos hablar sobre nosotros —dijo con monotonía.

Ignorando esa tristeza notoria, Namjoon le abrazó con pasión, estrechándole la cintura y posicionado sus labios en su cuello. Al sentir los besos bruscos de su amante, Jimin se sintió asqueado de sí mismo, viéndose como si fuera prostituto. Ni siquiera había tenido relaciones sexuales con Namjoon, pero su cuerpo se sentía como mercancía inútil. Eran las palabras de Jungkook castigándole la consciencia.

Ya no pudo soportar más esa repugnancia y empujó con rudeza a Namjoon.

—¿Qué te pasa, Jimin? —le reclamó Namjoon, enfadado y sorprendido.

—¡¿No te das cuenta, Namjoon?! —empezó Jimin—. ¡No te soporto, porque me das asco! —confesó, tomándole desprevenido—. Sí, no sabes cuánta repulsión siento por ti. Todos tienen razón, soy ambicioso, traicionero y manipulador. ¡Estoy contigo por tu dinero!

Ante la confesión, Namjoon parpadeó con incredulidad y confusión. Jimin le había manipulado a tal punto de no poder creer eso, imposibilitándole quitarse la venda de su vista. Incluso escuchando la verdad de esos mismos labios venenosos, no quería ver la verdadera personalidad de Jimin. Estaba obsesionado por el cuerpo de ese ángel caído del cielo, cegado por la lujuria.