17. Taehyung

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“Porque entre ser o no ser, yo soy. Soy todo lo que quiero ser”

Teresa Chávez – Teresa

Mientras esperaba a Jungkook, Jimin paseaba por la biblioteca de los Jeon, tratando de controlar sus impulsos. Odiaba esa sensación de dolor en su alma por la bofetada de su padre. Nunca imaginó que su propio padre le levantaría la mano, pero no admitiría su culpa.

Cuando agarró el libro de “Hamlet” de William Shakespeare, se sentó en la silla frente al escritorio del centro de la biblioteca. Abrió el libro, revelando la escena uno del acto tres. Al leer cierta frase del monólogo de Hamlet, sintió en su alma que esas palabras iniciaban a tener sentido en su vida.

Ser o no ser, esa es la cuestión. ¿Qué es mejor para el alma, sufrir insultos de Fortuna, golpes, dardos, o levantarse en armas contra el océano del mal, y oponerse a él y que así cesen? Morir, dormir... Nada más; y decir así que con un sueño damos fin a las llagas del corazón y a todos los males, herencia de la carne, y decir: ven, consumación, yo te deseo.

Cuando terminó de leer aquel monólogo, volvió a leer la primera frase. “Ser o no ser, esa es la cuestión”.

—No, para mí no hay cuestión alguna, porque yo tengo la respuesta —argumentó, sonriendo—. Porque entre ser o no ser, yo soy. Soy todo lo que quiero ser.

Aquella frase era por su vacilación entre dos pulsiones profundas: la ambición de dinero y el anhelo de autodominio. Tenía que controlar sus sentimientos para poder cumplir sus metas y saciar su ambición.

—No me voy a dejar pisotear por nadie. Ni siquiera por mi padre —se prometió.

Jungkook ingresó con preocupación a la biblioteca, interrumpiendo los pensamientos de Jimin. Ambos se miraron y Jimin hizo su mejor actuación de dolido, comenzando a llorar. Jungkook corrió hacia él y se arrodilló para abrazarlo con amor, haciéndole sentir su consuelo.

—Mi amor, cuando llegué vine de inmediato tras ser informado por mis empleadas que llegaste llorando. ¿Qué pasó, Minnie? —interrogó.

Jimin sollozó, aferrándose a los brazos de Jungkook.

—Mi papá me levantó la mano —contó con la voz rota.

Jungkook se sorprendió ante aquellas palabras. Nunca imaginó que el señor Park le levantaría la mano a su propio hijo. Algo muy grave tuvo que haber pasado entre ellos para haber llegado a tal situación.

—¿Qué ocurrió, mi amor?

Jimin se separó de Jungkook, mirándole con tristeza.

—No sé si contarte.

Jungkook agarró las manos adorables de su novio, acariciándolas con ternura.

—¿No me tienes confianza?

Jimin negó con la cabeza, haciendo una mueca.

—No es eso, mi amor. Solamente no quiero meterte en mis mierdas.

—Minnie, no consideres mierdas a tus problemas —le reprochó Jungkook con dulzura—. ¿Qué pasó para que tu padre te levantara la mano?

—No quiero hablarlo, Jungkook.

—Jimin... —insistió Jeon.

—Yo lo voy a resolver, pero si las cosas empeoran te lo contaré.

Jungkook suspiró con hastío.

—No quiero que te guardes para ti mismo tus problemas, Park Jimin —dictaminó—. Además, la situación parece ser grave y quiero ayudarte.

Jimin rodó los ojos y para distraerlo decidió besar sus labios. Jungkook se dejó llevar por la dulzura de esos labios tan suaves y deleitables. Cuando rompieron el beso, Jimin se lanzó al cuello de Jungkook para abrazarlo.

Ambitious || KookMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora