Ambitious || KookMin

45. Perdón

“Si me solté de ti, si no te defendí
Fue que mi corazón estaba ciego
Qué estupidez perderte para verlo
Lo siento
No espero amor ni odio
Ya tengo bastante con mi dolor
Maldigo el episodio
Lo peor es que yo fui quién lo escribió
Me esperan los demonios
Que deja tu olvido que juegan conmigo
Ya sé que es cobarde pedirte en una canción
Perdón, perdón”

Perdón – Camila

No podía pronunciar sus palabras atrapadas en su voz, quemándole las entrañas. A través de su mirada, Jimin le expresó su sufrimiento a Jungkook, preguntándole cómo iba a olvidarse de sus besos y sacarle para siempre de sí mismo. Su vida sin el amor de su vida era el castigo más cruel, haciendo de la soledad parte de su infierno.

Finalmente, pudo separar sus labios para hablar.

—Yo quería conversar contigo, pero estás con tu novia.

Ante esas palabras, Jungkook frunció el ceño, suponiendo que Jimin no vio el preciso momento en el que Yerim le besó de improvisto. Él estaba confundiendo la situación.

—Yerim no es mi novia —aclaró.

Jimin le sonrió con falsedad, intentando ocultar su evidente tristeza.

—No es necesario mentirme, Jungkook—le refutó.

—No te estoy mintiendo.

—Entonces, ¿por qué te estabas besando con ella?

Jungkook bufó.

—¿Acaso estás celoso? —le reprendió con burla.

—No, no lo estoy.

Ambos se desafiaron con la mirada, tratando de descifrar sus sentimientos y sintiendo abrirse las cicatrices de su amor.

—¿Aún quieres conversar conmigo? —preguntó Jungkook.

—Necesito hacerlo lo más antes posible, porque me voy de acá pasado mañana.

Ante la noticia inesperada, Jungkook sintió su corazón romperse, preguntándose por qué Jimin se iría tan rápido. No era propio de él sentirse tan inseguro, pero su amor le impedía querer cortar ese lazo invisible. Aún quería sentirlo, aún quería estar cerca de él y aún quería amarlo.

—¿Por qué te vas tan rápido?

—No tengo razones para quedarme —respondió con simpleza.

—Jungkook...

Al escuchar la voz de Yerim, el mencionado se volteó a verla. Si era sincero, nunca vio los indicios de ese enamoramiento, pero ese amor se profesaba en esa mirada dolida. Odiaba ser el responsable de haber creado ese triángulo amoroso, pero sería sincero con ella.

Yerim miró a Jimin, sintiendo celos y envidia de ese rostro angelical y traicionero. Nunca le podría perdonar todo el sufrimiento que le causó a Jungkook. Había sido testigo del dolor de Jungkook durante los últimos ocho meses. Imaginó en sus sueños a Jungkook amándola, pero simplemente despertaba con la realidad de su amor no correspondido.