19: Crush Culture.

4.8K 603 387
                                    

"La cultura de los crush me hace querer devolver mis tripas." -Conan Gray.

...

El turno estaba siendo bastante aburrido, Jeongin comenzaba a ver las ventajas de trabajar en el turno vespertino de una cafetería.

Lotus nunca había estado a rebosar de gente como Starbucks, en realidad la fila más larga que habían tenido en el turno vespertino era de tres personas y, usualmente, venían juntas. Lo ajetreado era en la mañana, con trabajadores y estudiantes por igual, intentando despertar y comenzar su día.

Por la tarde casi nadie iba a la cafetería, algunas pequeñas citas de estudios que ya estaban acostumbrados a Lotus, señores de la tercera edad que sólo se sentaban a leer con un café a un lado hasta la puesta del sol, nada realmente ostentoso y, por regla general, todos los pedidos eran para llevar.

Por eso nadie veía extraño que el turno vespertino sólo tuviera dos trabajadores que se la pasaban haciendo sus tareas escolares una vez que se aseguraban que tenían todo en su lugar.

Jeongin, en esa ocasión, estaba en el suelo detrás del mostrador con todos sus libros y cuadernos regados; una calculadora científica en su mano y la computadora encendida mostrando otro sinfín de planos mientras en su regazo se encontraba su block de hojas milimétricas, detrás de su oreja un lápiz y en su boca una regla. Jisung se había adueñado del mostrador con su propia computadora y otro tanto de papeles así que el menor no tuvo dificultad en sentarse en el suelo a hacer la tarea.

No hablaban, a veces sus turnos eran terriblemente silenciosos, especialmente en épocas de evaluaciones donde Jisung se ponía al corriente con las tareas atrasadas y Jeongin se quemaba hasta las pestañas estudiando para sus semestrales.

Apenas eran las seis de la tarde, tenían otras tres horas antes de cerrar turno y tanta tarea que no querían llevar a casa, aunque era claro que sólo se estaban engañando; la tarea nunca terminaba, era como estar subiendo una montaña a la cual no puedes verle la cima por más que escalas, pensando que has terminado cuando en realidad sólo es un pequeño descanso antes de descubrir que todavía te faltaban unos buenos kilómetros para la autentica cima.

A veces, Jeongin pensaba que estudiar era como venderle tu alma al diablo a cambio de un futuro prospero, pero tenía media beca y si no quería perderla debía mantener sus calificaciones por encima del promedio.

Le gustaban las matemáticas, claro, algo en toda la lógica y los números mezclados con letras le parecía familiar, pero eso no significaba que fuera bueno. No era un genio ni prodigio de las matemáticas, en realidad se le dificultaban hasta que las ha estudiado minuciosamente; tenía facilidad para aprenderlas pero no era bueno en ellas.

Era por eso que su cerebro comenzaba a sentirse un poco pastoso al ver tantas fórmulas, signos de puntuación, letras y números mezclados entre sí. Incluso anoche soñó que un enorme 8 lo perseguía mientras una X abrazaba a una Z y el 6 lloraba.

Oh, y a él le tocaba cerrar caja al finalizar turno.

La campanilla de la puerta los sobresaltó a los dos, Jisung saliendo del extenso ensayo en inglés que tenía que analizar para su clase de Romántico e Impresionista, y Jeongin alzando la cabeza de los planos cartesianos y ecuaciones para intentar ver por encima del mostrador.

—Seungmin, Doyeon, ¡hola!

Ante el saludo eufórico de Jisung, Jeongin amontonó todas sus cosas en una pila para poder incorporarse, llevando la computadora con él en caso de que Jisung hiciera una de las suyas y derramara café en el suelo, (que ya pasó pero fue la computadora de Jisung la que obtuvo la cafeína extra), encontrándose con el rostro sonriente de uno de sus mejores amigos, que venía de la mano con su bonita novia, que los saludaba con una enorme sonrisa.

Musa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora