Musa.

112: Love Again.

Pienso que éste capítulo es un poco corto, el siguiente será centrado en Jeongin así que también será corto, pero después ya vendrá la cena que todos estamos esperando jsjsjs

Anyway, espero lo disfruten c: y al fin actualicé temprano!!!

POR CIERTO, pueden creer que ésta cosa haya llegado a 14k estrellitas y 100k views????? Nunca esperé llegar tan lejos ._. ahora qué?

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"Nunca había conocido a alguien como tú. Solía tener miedo al amor, ¿qué debo hacer? Pero, maldita sea, tú hiciste que me enamorara otra vez." -Dua Lipa.

...

Lo primero que despertó a Jeongin fue el calor; se sentía tan caliente y empapado de sudor, sofocado, las sábanas se le pegaban a las piernas mientras que el cabello se enmarañaba en su frente. Gruñó con los ojos firmemente cerrados e intentó alejarse del calor, quitarse la sábana, peguntándose quién era el desgraciado que le había encerrado en un horno.

Un gruñido proveniente de su espalda lo detuvo en el acto, comenzando a sentir que la niebla del sueño se despejaba y podía ser más consciente de lo que le rodeaba. El peso de un brazo en su cintura, la forma de un cuerpo acoplándose a su espalda, haciendo de Jeongin la cuchara pequeña, sentía la molesta respiración de su compañero en su nuca y cómo era su calor lo que tenía tan sudado a Jeongin.

Abrió los ojos con dificultad, mirando entre sus pestañas su alrededor; frente a él estaban las puertas blancas de un armario, una mesilla de noche con un marco sosteniendo una foto de Changbin y Jisung en lo que parecía Bussan, sonriendo a la cámara. No le tomó casi nada adivinar la identidad de la persona detrás de él, sintiendo que su estómago se retorcía levemente y su cabeza caía laxa en la cama, agotado.

Estaba seguro que se quedó dormido en el sofá, Seungmin lo había puesto ahí cuando comenzó a adormilarse para que no le doliera la espalda, incluso le escuchó decirle a Hyunjin que tal vez ellos tres deberían dormir en la sala, ¿cómo terminó en la cama con Chan? Y, ciertamente, no como le habría gustado antes.

Se quedó recostado ahí un momento más, parpadeando para despejar su mente, encontrando la suficiente fuerza de voluntad para salir de la cama en ese momento. Debía volver a la residencia por sus cosas para irse a casa de sus padres, realmente necesitaba poner toda la distancia que se podía entre él y Chan, incluso si el mayor no lo sabía, necesitaba un tiempo fuera.

Sin embargo, ese pensamiento hizo que una idea se formara en su cabeza, considerándola terrible, algo digno de una persona de secundaria, pero ciertamente, a pesar de que los Seo también eran de Bussan, nunca se encontraron con Jeongin y éste nunca les dijo donde vivía exactamente, así que podía huir a casa y esconderse, ver a sus viejos amigos, olvidarse de todo lo que aquí le deprimía.

No era su mejor idea, pero una vez que la pensó fue imposible desecharla, dándole vueltas y vueltas, intentando pensar de manera coherente y estructurada cualquier escenario que podría desarrollarse a partir de eso.

— ¿Estás despierto?—susurraron a su espalda, haciendo que Jeongin se estremeciera brevemente al sentir el aliento de Chan cosquillear en la piel de su cuello.

Se tensó, respirando profundamente antes de girar en el colchón, obligándose a sí mismo a salir de los brazos de Chan para poder mirarlo, dejando una distancia prudencial entre ambos que mantenía seguro a su corazón.

No era la primera vez que dormía con Chan, pero sin importar cuántas veces lo hiciera, siempre se sentía como la primera. Sus ojos estaban entrecerrados y su cabello era más crespo, su voz bajaba tres octavas y vibraba en cada terminación nerviosa de Jeongin, haciendo que su corazón latiera aceleradamente ante su sonido.