68: Stay.

3.9K 523 445
                                    

Este capítulo sólo está centrado en Minsung, mis dedos picaban por escribirlo, es un poco más corto pero es bonito, y decidí dejarlo así porque no tiene mucho diálogo así que eso lo haría un poco tedioso, pero espero que les guste c:

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

"El reloj está corriendo así que quédate." -Zedd & Alessia Cara.

...

Minino ♡:
No podré ir a Lotus en un tiempo
lo siento.

...

Jisung releyó ese mensaje, esperando que cambiara mientras más lo miraba; claro que había más conversación después de esa, conformada principalmente por mensajes de Jisung quejándose ante repentina información, pero el peli-azul no podía dejar de volver a ese mensaje, deseando que cambiara, que volviera a lo que era antes.

Suspiró débilmente, guardando de nuevo el aparato en su delantal y volviendo a pasar la escoba por debajo de las mesas, obligándose a sí mismo a concentrarse en su tarea y dejar de mirar la puerta en espera de que Minho apareciera.

Estaba preocupado, no había caso negarlo, quería saber qué salió mal hace dos días como para hacer que Minho reaccionara así; cada que lo veía deseaba preguntarle, volver a tomarlo en brazos si eso le aseguraba que estaba a salvo; quería interrogar a todo el mundo, buscando una explicación para poder deshacerse de lo que había hecho que el perfecto Minho se convirtiera en un ovillo en sus brazos, pero nadie parecía decir nada, ni siquiera el bailarín, aferrado a "no es nada" que estaba desquiciando a Jisung.

Era algo, lo sabía, pero Minho no decía nada, que sólo fue un mal día, y es estaba carcomiendo las entrañas de Jisung. Algo dentro de él seguía en alerta constante, con la sensación de que algo malo pasaría si se descuidaba. Si él se sentía así, no podía imaginar cómo se encontraba el mayor.

¿Cómo le hacía entender que ya no estaba solo? Era tan frustrante no poder hacer que Minho comprendiera que Jisung no iría a ningún lado, que se quedaría con él siempre. Le era físicamente imposible hacerlo a estas alturas, Jisung lo quería demasiado, se sentía ligado físicamente a Minho, dolía la idea de dejarlo, así que saber que sufría en silencio porque sus amigos anteriores lo hicieron de lado le estaba matando.

La campanilla de la puerta sonó, Jisung, ilusionado, dejó de prestar atención a la basura que iba recolectando y miró en esa dirección sólo para que su sonrisa se borrara, encontrando a un desconocido mirando alrededor en búsqueda de algo. Suspirando, se reprendió por ser tan iluso y volvió a su tarea de mantener limpia su área de trabajo.

—Un americano helado, por favor—pidió el recién llegado en caja.

Jisung enarcó una ceja, interesado por la decisión de pedido, Minho también pedía un americano helado a pesar de hacer frío afuera, como Jisung.

¿Por qué no podía dejar de pensar en él? Lo vio esa tarde antes de ir a Lotus, hace dos días que procuraba verlo antes de irse a trabajar en un intento de compensar su ausencia en el trabajo; Minho también parecía dispuesto a pasar cinco minutos con él antes de volver a sus cosas. Debería de estar centrado en su trabajo, en cambio, estaba ahí parado aferrándose a la escoba mientras se preguntaba qué estaría haciendo Minho, si ya comió algo o si estaría bailando en algún estudio.

Terminó de recoger la basura, decidido a ponerse a lavar los trastes esperando que su turno terminara; hoy le tocaba cerrar caja a él mientras que a Jeongin le tocaba lavar y llenar las cafeteras para el turno matutino, necesitaba tener toda su concentración en el trabajo para no arruinarlo.

Musa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora