47: Silent Cry.

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Esta canción se ha vuelto mi favorita en todo el álbum


La verdad, siento que divagué mucho porque comencé a escribir sin una idea en sí, así que pido perdón si muchas cosas son más balbuceos que nada ;-;

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"Escucho tu voz llorando silenciosamente mientras te pierdes en el fondo de tu corazón para no cansarte más." -Stray Kids.

...

—Muy bien, jóvenes, supongo que esta ha sido nuestra última clase—habló el profesor Lee mientras veía a sus estudiantes guardar sus cosas—Dejen sus trabajos en el escritorio antes de retirarse, les subiré sus respectivas calificaciones al Drive de la clase. Que tengan una feliz navidad y próspero año nuevo.

Seungmin se quedó sentado un momento más, mirando más allá de los estudiantes que se aglomeraban en torno al escritorio, encontrando la cabellera castaña que se había acostumbrado a buscar; su corazón seguía doliendo, especialmente cuando ella no miró de vuelta, al igual que si Seungmin no existiera.

Realmente no le sorprendieron las miradas de lástima lanzadas en su dirección por el resto de sus compañeros, ni siquiera los murmullos que soltaron cuando se dignó a levantarse de su asiento, escondiendo el rostro bajo la capucha de su sudadera para que no notaran que tenía los ojos enrojecidos. Después de todo, él y Doyeon habían sido una pareja reconocida en toda la carrera de Leyes, admirados y envidiados por la perfecta relación que tenían, y ahora ya no estaban juntos.

Colocó la carpeta con su extenso ensayo sobre el Derecho Romano en el escritorio, sonriendo cuando distinguió la carpeta amarilla con una pegatina de un girasol, ella decía que Seungmin era amarillo. Apretó los labios con más fuerza, repitiéndose que ya dejaría de doler, que no era el primer chico que terminaba con su novia ni sería el último, el mundo no iba a terminar sólo porque su relación lo haya hecho. Además, ahora no tenía que sentirse culpable por sentir que le mentía a la chica, Doyeon merecía algo mejor.

Empujó a un par de sus compañeros que no intentaban ser discreto con lo que decían de él, gruñendo por lo bajo al igual que un perro rabioso, comenzando a enojarse al ser el objeto de chismorreos. Ya no estaban en secundaria, la mitad de ellos ya estaban a nada de ser profesionistas, ¿no podían disimular un poco, al menos?

—Hey, ¿dónde está el incendio?

Seungmin tropezó con sus propios pies una vez en el pasillo, trastabillando hasta detenerse y mirar al chico que le esperaba, encontrándose con el risueño rostro de Jeongin recargado en la pared frente al aula; vestía una de esas enormes sudaderas que solía pelearle además de un gorro que escondía su cabello, parecía aún más joven en ese momento, o lo haría si no fuera por las marcadas ojeras que rodeaban sus ojos.

— ¿Qué haces aquí? —preguntó el mayor, yendo hacia el chico.

No es que no le agradara verlo, en realidad lo agradecía, pero el edificio de Ciencias Exactas se encontraba a espaldas del de Ciencias Sociales, con tres jardines, una cafetería y dos estacionamientos de por medio, así que Jeongin no tenía nada qué hacer ahí.

—Hace rato que no venía a molestarte—aclaró el menor, apartándose de la pared—Además, recién termino un examen que seguramente reprobé, necesito una distracción.

— ¿Y decidiste que yo era buena opción? —se burló Seungmin, sintiendo el llanto raspar su garganta—No soy buena compañía ahora, Jeongin.

—No lo eres nunca, cállate.

Jeongin simplemente lo ignoró, tomándolo de la muñeca y llevándolo hacia las escaleras, decidido a pasar por alto el atestado ascensor y odiando, en gran parte, que Seungmin tuviera clase en el último piso. Jeongin apenas tenía que subir dos pisos diarios para sus respectivas clases, no se imaginaba subiendo cinco.

Musa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora