100: Next Step.

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He de admitir que iba a actualizar ayer pero me puse a procrastiar ;-; así que aquí tienen, es temprano!

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"Vamos a llevarlo al siguiente paso, porque nunca hemos estado allí antes (...) porque mi corazón no puede soportar más." -Kendall y Logan, Big Time Rush.

...

Una vez que te atreves a dar el primer paso, los siguientes son un poco más fáciles. Tal vez el terreno era inestable, quizá aún no sabías lo que podría deparar al otro lado, pero al menos ya estabas tambaleándote en esa dirección, agarrando confianza conforme más caminabas hasta que te encuentras disfrutando del paseo.

Minho estaba sentado en la encimera con su computadora frente a él, sus ojos iban del trabajo que terminaba a aquel barista de cabello negro yendo y viniendo por el mostrador, limpiando y ayudando a Jeongin con algunos pedidos, lavando los trastes para que el menor pudiera trabajar más rápido. Su corazón aceleraba la marcha cuando, cada cinco minutos, Jisung miraba en su dirección y sonreía, feliz de que siguiera ahí.

El siguiente paso, Jisung dijo que sería un poco fácil, pero Minho aún no estaba seguro. Nunca se sintió así antes, no por un chico al menos, no sabía quién era ni qué era lo que tenían, ¿su amistad ya no existía ahora? ¿Tenían que mantenerlo secreto también? ¿El miedo a lo que los demás podrían hacerles fue lo que hizo callar a Felix y Hyunjin? ¿Qué pensaría Charlotte de él?

Suspiró, colocando el codo en la encimera y acunando su barbilla en la palma de su mano, mirando fijamente su trabajo a medio hacer, preguntándose por qué la historia del Ballet tenía que ser tan importante para una carrera artística, Minho ya sabía la historia y, ciertamente, no le hacía bailar mejor, aunque Charlotte y su profesora de Historia insistían que era para que pudiera mezclar técnicas en la ejecución.

Sus pensamientos fueron interrumpidos cuando una servilleta con una galleta fue colocada a su lado. Su estómago dio una voltereta, las mariposas en él girando en espiral hasta provocarle nauseas, una pequeña sonrisa curvando la comisura de sus labios cuando, al alzar la cabeza, encontró a Jisung frente a él.

— ¿Cortesía de la casa?—preguntó mientras alzaba la galleta.

—Sabes que sí—le guiñó un ojo antes de seguir atendiendo.

Minho miró hacia la servilleta, frunciendo el ceño cuando distinguió la característica flor de loto dibujada en ella. Jisung siempre hizo eso en todos sus pedidos, siempre encontraría una forma de dibujar la pequeña flor con tinta roja en cualquier cosa, ya fuera en la espuma de su café o en el vaso de su pedido, incluso habiendo rayado su termo por seguir su pequeña costumbre.

Colocando su galleta en otra superficie segura, Minho alzó la servilleta a la altura de los ojos, mirando con atención aquel sencillo dibujo.

— ¿Alguna vez has leído La Odisea de Homero?—cuestionó en voz alta.

Jisung, que se apresuraba a lavar las licuadoras para Jeongin, tarareó en respuesta mientras sacudía la cabeza de forma negativa, apenas dándole una mirada al bailarín por encima del hombro.

—Creo que ya habíamos establecido que no soy de los que leen mucho—recordó, dejando las licuadoras a un lado y comenzando a llenar las cafeteras.

Minho tarareó en respuesta, volviendo su atención a la flor dibujada en la servilleta, sintiendo que brillaba en una enorme señal de advertencia para que Minho se anduviera con cuidado. El problema era que estaba harto de mantenerse al margen, incluso las personas que quería lo alejaban porque sentenciaban que Minho nunca lo iba a entender, que él estaba demasiado ocupado siendo perfecto como para ser imperfecto.

Musa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora