70: YOUTH II.

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Ya debería estar dormida pero me moría por subir este cap, pido perdón

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"¿Qué pasa si escapamos? ¿Qué pasa si nos marchamos hoy? ¿Qué pasa si decimos adiós a estar sanos y salvos?." -Troye Sivan.

...

Desde que tiene uso de razón, ya habíamos establecido que Minho es consciente de las cosas que puede y no puede hacer, todo un listado en su cabeza donde clasificaba ciertas cosas que eran prohibiciones de Charlotte y, con el tiempo, él agregó las suyas.

Muchos se quejaron de eso, otros se burlaron, pero para Minho sólo ayudó a reducir as distracciones para que no lo alejaran de su objetivo, ayudó a establecer prioridades y ser el hijo que todos los padres desean, el hermano que todos anhelan, el bailarín que deseaban ser. ¿Hubo mucha presión? Él siempre pensó que no, que Charlotte se aseguró de mantenerlos sanos, de priorizar su salud mental para no cometer los mismos errores que cientos de instructores de ballet hacían.

Siempre fue perfecto, porque tenía que hacerlo. Disciplina, orden y perfección, eran las etiquetas que se usaron para describir a Minho y Felix durante mucho tiempo, el mantra de Charlotte para que siempre hicieran lo correcto, tuvieran en cuenta que cada decisión que tomaran afectaría en su futuro, ser perfecto para no decepcionar a la única madre que le quedaba, perfecto para ser el ejemplo de Felix y Hyunjin.

Ahora bien, había cosas que eran un NO rotundo en sus permisos y prohibiciones, ya fuera porque Charlotte lo desaprobaría o porque Minho no quería hacerlas. Así que estar ahí era una de esas cosas que no podía hacer, ni en sus más locos sueños. No, no, no, NO. Miles de alarmas estaban encendidas en su cabeza, gritando de forma atronadora, siendo un caos en su interior y provocando que se removiera inquieto en el exterior.

Felix y Hyunjin, a un lado de él, estaban conversando animadamente con Seungmin y Changbin, preguntando el sinfín de cosas que les aguardaría y lo que verían en el lugar mientras que aquellos que habían asistido les respondían con lujo de detalle y, además, contaban sus propias experiencias.

Hyunjin se mantenía abrazado de Seungmin, sorprendiendo a Minho por su amistad tan intima, ¿en qué momento llegó a ese punto? Sin duda había estado tan distraído; Felix no parecía tener el mismo avance con el tal Changbin, sólo estaba ahí junto a él mirándolo con interés cada que hablaba, recibiendo sus ridículas sonrisitas cuando el pelinegro volteaba en su dirección.

No debería estar ahí; debería estar en casa estudiando para su entrevista, leyendo el ensayo que no recuerda al pie de la letra, quizá practicando un poco. No debería estar ahí, podía confiar en que Felix se mantendría a salvo, amenazar a Hyunjin de que así fuera en todo caso, dejando que su hermano fuera solo con un grupo de amigos a los que, prácticamente, les tenía más confianza que a los de antes.

—Lamentamos la demora—hablaron desde la entrada de aquel café, haciendo que Minho mirara hacia el frente como el resto—Pero alguien decidió tirar todas las servilletas mientras rellenaba los servilleteros.

—Pero traje café para todos.

Detrás de Jeongin apareció esa melena de cabello azul brillando como un zafiro entre el carbón. Sus ojos contenían esas estrellas a las que estaba acostumbrado, miraban al grupo que lo esperaban con el gran corazón que era su sonrisa y hacía malabares con dos pequeñas charolas llenas de vasos con café, haciendo que Minho se preguntara a quien se le ocurrió que era buena idea que él llevara tal cosa.

Jisung miró al grupo, saludando a todos, pero al llegar a él se quedó paralizado, deteniéndose a media zancada mientras asimilaba su presencia.

Musa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora