128: Limbo.

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Alguien me puede decir cómo voy a arreglar mi desvergue en tres capítulos???

Una disculpa si se me fue un error de dedo, me estoy mimiendo jsjs

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"Todavía hay muchas cosas que no soy capaz de decir." -Lee Know.

...

Los últimos días de clases se sienten como si Minho fuera un tipo de fantasma, vagando por todas partes sin realmente pertenecer. No más amigos, no más almuerzos en grupo, simplemente él y su papeleo para graduarse, sus calificaciones perfectas, sus horas de prácticas y estudios.

Tan lejos de todos, aislado de nuevo en el mundo, actuando de manera automática que ni siquiera le daba oportunidad a sus hermanos a acercarse porque Minho les sacaba la vuelta, ¿la razón? El chico que tropezaba por el campus y parecía seguir su vida como si nada pasara, con el corazón en su sonrisa y su risa resonando en todas partes.

Minho volvía a ser él solo contra el mundo, vagando con enormes ojeras rodeando sus ojos, deseando sentirse feliz ante la idea de irse a cumplir sus sueños cuando, ahora, todo lo que quería hacer era tomar sus cosas y desaparecer de aquel lugar sencillamente porque tenía muchos recuerdos; un árbol en específico, una banca, un lugar. Su auto.

Y, aun así, siempre llamaba, incluso cuando sabía que lo enviarían a buzón; mandaba mensajes de buenos días, preguntando si ya comió, si podía ir a verlo a su trabajo, y ninguno de ellos llegaba a su destinatario; intentaba buscarlo en el campus, lograr verlo entre las personas sólo para que su corazón sufriera de una herida al ver cómo siguió adelante y él se quedó atrás, suspirando en anhelo de lograr tenerlo de vuelta.

¿Dejarte? Ni siquiera estamos juntos.

Muchas veces, las promesas que hacemos son tan inconscientes, cegados por el amor que profesa nuestro estúpido corazón, la ilusión de esa eternidad que nos prometen cientos de libros sólo para que, cuando descubrimos que no es tan fácil, la realidad se desmorone ante nuestros ojos y nuestros corazones se rompan.

Las personas no necesitamos solo palabras, no bastaba decir de dientes para afuera lo mucho que alguien significa para nosotros si no logramos demostrarlo. Minho sentía que él y Jisung escupieron demasiadas cosas que no estaban seguros de lograr, simplemente porque querían calmar el dolor de su corazón.

Porque odiaban saber que había encontrado a la persona correcta en el momento equivocado.

Sin embargo, Minho se obligó a sí mismo a seguir adelante, a veces odiándolo y a veces extrañándolo; recelando por su sueño, recelando de Jisung por hacerle odiar lo que quería, odiando cada decisión que tomó que le llevó a ese punto, donde pasaba sus noches enteras esperando una llamada que nunca llegaría, enterrando su cajita musical en un cajón donde nunca podría escucharla de nuevo, aferrándose a un conejo de peluche como si la vida se le fuera en ello.

Ni siquiera estamos juntos.

No, no lo estuvieron, jamás pudo darle una etiqueta formal a lo que sea que tuvieran, pero para Minho fue suficiente porque sabía que amaba a Jisung, que era suyo de la misma manera en que Minho le pertenecía. Así que cada noche miraba el teléfono hasta quedarse dormido esperando a que él llamara y le pidiera ir, cada mañana encendía el celular en espera de encontrar su mensaje de buenos días porque aún se sentía un sueño, entre la realidad y la ficción, haciendo malabares en el limbo a punto de caer a algún lado, Minho aún seguía esperando a Jisung.

Pero, ¿cuánto más podría esperar?

...

La clase de antropología se volvía tan aburrida cuando ya estaban evaluándose que Jisung luchaba para no quedarse dormido.

Musa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora