43: There's Nothing Holdin' Me Back II.

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SURPRISE *inserte a Minho* en compensación por no actualizar la semana pasada, aquí tienen la continuación del capítulo anterior así que espero que sea de su agrado uwu

Recuerden, este cap, así como el pasado, está centrado en Minsung.

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"Quiero seguirle a donde vaya." -Shawn Mendes.

...

La adrenalina era algo adictiva y agotadora una vez que la has experimentado de primera mano. Te hace sentir en la cima del mundo, lleno de energía, tu cuerpo vibra en expectativa, pero, cuando termina, te drena de toda vitalidad, agotándote y dejándote con la energía necesaria para caminar, si acaso arrastrarte a casa.

Quizá no era adrenalina lo que Minho sentía en ese momento, quizá era más que eso mientras corría detrás de Jisung por las calles, patinándose en charcos congelados, sintiendo la brisa agitar su cabello en su intento de alcanzar a ese manchón azul que reía frente a él, de esa forma tan ruidosa que provocaba en Minho algo más que sólo estar en la cima del mundo. En realidad, hace demasiado tiempo que sus pies se despegaron del suelo.

Era diferente a lo que sentía cuando iba a bailar frente a una gran multitud. En ese momento, cuando buscaban un lugar para comer y se molestaban el uno al otro entre carcajadas, Minho no tenía que interpretar un papel perfecto; no era el mejor bailarín, no era el hijo modelo, no se trataba de ser el hermano mayor.

Junto a Jisung, Minho sólo era Minho.

Hace demasiado tiempo que Minho tomó un papel y decidió que era él mismo porque, cuando permitió ser como los otros, lo hirieron. Hace tiempo, Minho no se sentía en la piel de un desconocido cuando se trataba de relacionarse con las personas. Incluso ahora, alcanzando a Jisung en la señal de alto, chocando con su espalda y siendo recibido con la risa del menor, se sentía perdido, esperando que el chico de cabello azul lo encontrara.

—Hay un puesto ambulante de Tteokbokki en la siguiente esquina—anunció Jisung mientras Minho se colgaba en su espalda, dejando caer todo su peso sobre el chico.

— ¿Puesto ambulante? —preguntó, apoyando la barbilla sobre el mullido y desordenado cabello azul—Nunca he comido en uno.

— ¿En serio? Parece requisito de estudiante universitario—se burló Jisung, esperando a que el semáforo cambiara a verde—O bueno, lo es para el estudiante promedio.

—Soy un estudiante promedio—se defendió Minho, golpeando su barbilla contra la cabeza de Jisung.

—Ay, no hagas eso—el menor lanzo un codazo hacia atrás, ganándose el quejido del bailarín—Y no eres un estudiante promedio, Minho. No tienes un trabajo de medio tiempo para poder pagar tus gastos, no tienes que tomar el autobús para llegar a la escuela y, definitivamente, no tienes prestamos con la universidad.

Minho pareció pensarlo durante un momento, permitiendo que Jisung lo remolcara por la calle una vez que el semáforo cambio a verde.

Charlotte lo hizo trabajar duro desde que puede recordar; sabe que les tuvo paciencia después de perder a sus padres, esperando que se adaptaran lo más rápido que pudieran a su nueva vida, y después fue tan exigente con ellos que Minho olvidó las reglas que sus padres solían tener, reemplazándolas con las de Charlotte.

Claro que no necesitaron trabajar para mantenerse, pero Minho lo intentó durante un tiempo cuando era más joven al ser voluntario en un centro de adopción para animales. Al final, como no lo necesitaba, no siguió con eso, simplemente fue a ayudar cuando podía, conforme creció resultó más difícil así que fue demasiado sencillo dejar de hacerlo.

Musa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora